Capítulo 2.

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Niall me abraza desde la parte baja de mi espalda y me estremezco. Se coloca al lado mío y enredo mi pierna en su cintura, con mi mano en su pecho, sintiendo como la aceleración de su corazón es rápida como sí tuviera taquicardia, como lo está el mío. Trato de controlar mi respiración en su pecho, mis ojos pesan, pero quiero tomar el control está vez. Sólo necesito que mi respiración esté más estable. Segundos de un total silencio, estoy encima de él, quién me ve con sorpresa por mi acción, mis labios se dirigen a el lóbulo de su oreja, besándolo, hasta llegar a su pecho, agarro su cabello y entierro mis dedos hasta las raíces y jalo un poco fuerte, recibiendo varios gemidos por él durante mi proceso. Sus ojos dilatados, beso de nuevo, pero su frente, parpados, mejillas coloradas el cual están más rojas aún. Su nariz perfecta, su barbilla, y por último, sus labios carnosos, jalo con mis dientes su labio inferior mordiéndolo, pasando mi lengua por sus labios, de la manera que son.

Entro en un abrir y cerrar de ojos, Niall toma mi cintura para ayudarme con mi peso, subo y bajo en grandes círculos, gimiendo sin parar, jadeaba, mi corazón estaba acelerado. Me vine en él, y él segundo después, caí sobre su pecho. Trato de controlar mi respiración, pero en vez de eso, me tumbo al lado de él abrazándolo, cayendo en un profundo sueño.

[...]

Despertando a la mañana siguiente, Niall no está aquí al lado mío como debería ser, supongo. Pero sabía esto, sabía que el seguiría siendo el mismo y se iría, alejándose de nuevo. Estoy arropada entre las cobijas, memorizo todo lo de anoche, y dándome cuenta, que esto no tiene sentido alguno. Sólo un desastre. Un gran lío. Él me quería mostrar algo, y eso fue con lo que acabé, yo haciéndole el amor y él dándome un simple sexo. Así como suena, así de malo es.

Bajo después de haber cepillado mis dientes, peinado y vestido. Niall está acostado en el sofá viendo televisión.—¿Que carajo?—. Voltea a verme y se me queda mirando.

—Estaba esperando que despertaras, no quería hacerlo yo.

—Oh. Yo pensé...

—¿Qué cosa?

—Que te irías...

—No ¿Por qué habría de hacerlo?

—Después de lo que pasó anoche.

—Fueron nuestras hormonas, no lo tomes a mal.

Ouch. Tú consejo no funcionó.

—Sí, pero...es que sí seguirías aquí después de eso.

—Por supuesto que sí—él se sienta y abre los brazos—ven aquí.

Él me agarra de la cintura y me sienta en su regazo.

Raro, esto está muy raro; pero me gusta.

—¿Dónde carajos dejaron a mi Niall?—le digo con una sonrisa y me frunce el ceño.

—¿De qué hablas?

—Estás raro.

—Nada a cambiado, Sam.

—Pareciera que sí.

—Sólo un poco. Ahora cámbiate esa pijama que mis padres ya están llegando al aeropuerto de aquí.

—Está bien.

[...]

Estoy nerviosa de conocer a sus padres, sólo faltan minutos para que lleguemos. Juego con mis dedos y observo por la ventana. Mi rodilla está temblando y Niall coloca su mano sobre ella.

—Hey ¿Porque estás nerviosa?

—No sé, quiero dar una buena impresión, y sólo soy tú jodida amiga, lo sé, soy rara.

18/Niall.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora