En cualquier momento encontraremos algo
Ya había pasado una semana desde que habíamos planeado robar los registros de la fiscalía, ya sabíamos horarios y de más.
–Colócate las gafas y la gorra, y avanza–Ordeno en susurro Ewan.
Asentí–. Vale –me coloque las gafas y la gorra y segui caminando junto a el.
entramos a el establecimiento y seguimos avanzando a recepción.
–Hola –sonrío Ewan–. Yo y mi compañero Henry hemos venido a el mantenimiento de los ascensores. Es que nos cancelaron otro mantenimiento y por eso venimos más temprano –se excusó del porqué habíamos llegado más temprano, para que fuera más creíble.
–Oh, claro no creo que haya problema, me pueden mostrar sus identificaciones –la chica nos sonrió –. ¿Pero solo son ustedes dos?.
Los dos asentamientos–. Si, nos dijeron que la última vez habían quedado muy bien, pero si había problemas llamáramos a un refuerzo–. Sonreí y vi salir a unos de los fiscales, mire el reloj de mi muñeca, teníamos exactamente una hora y media para hacer el "trabajo", le entregamos las identificaciones falsas que nos habia ayudado a conseguir aquel funcionario –. Creo que y es hora de iniciar, ¿podemos comenzar?
Ella asintió –. Si, pueden ingresar– sonreímos y seguimos nuestro camino–. Por favor esperen –trate de no ponerme nervioso, ¿qué sucedió?–. Señores se les olvida esto –llevamos nuestra mirada hacia ella, donde estaba señalando una caja de herramientas.
–Ah, lo siento, ¡que trascordado soy! –exclame. Fui por la caja de las herramientas–. Lo siento.
Ella sonrió–. No se preocupe.
Tome las caja de herramientas y camine hacia Ewan, el me miro y sonrío–. No puedo creer lo trascordado que eres –nego varias veces con la cabeza, Ewan debería de ser actor, parecía tan fresco y despreocupado.
–Lo siento, no me acordaba de ellas –sonreí apenado.
Subimos a el ascensor, espero nadie sospechara. Además habíamos elegido un dia donde la gente viniera más. Así que no creo que los trabajadores nos colocaran atención. Oprimí el botón "6" para luego de unos minutos llegar a ese piso. Gracias a otro disfraz habíamos buscado más información, para saber dónde se encontraban los registros de decesos.
Entramos a los baños, hay nos quitariamos las ropas de mecánicos y sacamos la ropa que llevamos en la caja de herramientas junto a unos tapabocas y otro tipo de gafas, para después salir más formales y no levantar sospechas de el ¿por qué las persona de mantenimiento salen y entran a las oficinas de los fiscales?
Ingresamos a el cuarto donde teníamos entendido que estaban esos papeles, quede sorprendido al mirar tantas carpetas todas organizadas por año y orden alfabético, mire a Ewan aún sorprendido–. Esto es mucho.
El asintió –. Es bastante –comenzó a mirar–. Hagamos esto rápido, no quiero problemas.
Tome el papel donde tenia los nombres –. Intenta de buscar a: Cortes Mendoza Juan Alexander.
–Vale debe de estar por aquí –acomodo una escalera, que estaba en la habitación, y comenzó a buscar–. ¡Bingo! –exclamó –. Aquí está –tomo la carpeta y me la entrego–. Dime otro nombre.
–Molina Rodríguez Carlos Andrés –mire la carpeta de Juan Cortes y saqué el papel que necesitaba.
...
Así pasamos un gran tiempo, algunos papeles fueron muy difícil de encontrar, solo habíamos encontrado 6, hasta que mire el reloj y note que pronto llegarían los fiscales.
—Debemos irnos, ya no hay tiempo —tome las hojas y salimos de esa oficina, caminamos tratando de no levantar sospechas, bajábamos las escaleras eléctricas cuando los fiscales subían en las del lado—. Por poco y nos encuentran —susurre.
Pasamos por los pasillos hasta llegar a la puerta, ya en el exterior del edificio, miramos a nuestro alrededor, para seguir avanzando.
—Vámonos de aquí —pidió Ewan—. Entre más lejos de aquí mejor.
Tomamos un camino demasiado lejos, y a la contraria de nuestra casa, no somos expertos en esto. Así que es mejor huir antes de ser encontrados.
Luego de un tiempo de caminar entramos a una cafetería.
—Hermano, gracias. Te debo demasiado.
—Conque estés conmigo, y no me dejes será suficiente para pagar ese demasiado, y yo prometo estar a su lado.
Lo mire y le sonreí—. Eso no lo dudo, eres la única persona en la que confío y...
—¿Qué desean?— nos interrumpió una tercera voz.
—Para mi una malteada —estabamos descasos de dinero, no sabía ni el porque del haber entrado a aqui.
—Para mi un café americano —pidió Ewan.
Esperamos nuestras órdenes, luego de estas llegar las tomamos en silencio, al pagar salimos de allí y ahora si íbamos hacia casa. Las calles estaban llenas de personas, era un día ruidoso, en estos momentos eso era bueno, mejor para camuflar nuestros cuerpos de las cámaras y de más. Luego de un tiempo de dar vueltas llegamos a casa.
—¿Qué quieres de cenar? —yo estaba mirando los papeles, buscando pistas nombres y demás pero principalmente un culpable.
—Por mi no te preocupes, no tengo hambre.
—Debes comer algo —suspiró y fue por algo a la cocina cuando llego me dejo una manzana, chocolate y un pedazo de pastel—. Por lo menos come esto.
Lo mire y asentí—. Lo comeré, no te preocupes. Gracias Ewan... gracias por todo —sonreí.
El me miro y asintió levemente con su cabeza—. No hay nada que agradecer.
Después salió de mi habitación.
Luego de leer la página principal de cada hoja llegue a las siguientes conclusiones: Al parecer Juan Alexander Cortes Mendoza era un niño, de tan solo doce años, tenía cáncer, también investigue en internet, ese niño había estado jugando contra la muerte, al parecer su familia estaba agredida con el hospital, espero no fuera sido una simple fachada, pues ese niño tenía un tipo de cáncer muy fuerte, el cual avanzaba muy rápido en su cuerpo, hasta quitarle la vida, así que el estaba por el momento descartado. Carlos Andrés Molina Rodríguez, era un hombre de treinta y ocho años, el cual había llegado al hospital por una accidente automovilístico, o esa era la causa de su muerte, para su familia era un hombre joven, y su muerte fue inesperada, pues cuando llegó al hospital estaba muy débil, trataron de salvarlo hasta que no se pudo hacer nada, murió, el podría... Su familia podría haber sido. Diana Luz Linares Roses, ya era una mujer mayor, había estado muy seguido en el hospital hasta su deceso... y hay en adelante casi todas de forma natural hasta que llegue a Andi Sisley Díaz González, ella había sufrido un atraco, donde el atacante había apuñalado a la mujer afectando uno de sus órganos, y por ello duró muy poco tiempo con vida. Pero porqué los familiares de Andi o de Carlos habían matado a mi madre, ella no había conducido el auto, ella no había enterrado una daga en el cuerpo de esa mujer.
—¿Por que todo es tan confuso?
Tome los papeles y los tire. No sacaba nada, solo buscaba la salida de un laberinto, sin haber encontrado la puerta de inicio, me levanté de mi escritorio y comencé a caminar hacia las hojas regadas en el piso, tomando cada una de estas en desorden, luego volví a mi silla de escritorio y las coloque en la mesa, apiladas, cuando me iba a levantar, mi mirada se fue a las hojas, "todos aquí son unos incompetentes" decía en una de ellas, la tome rápidamente y la leí, era el registro de Carlos..., suspiré, comenzaré con él.
Me levanté de nuevo de la silla y salí de mi habitación.
—Ewan, mañana buscaremos información sobre la familia de Carlos, o mejor dicho un tal Padrick —lleve mi mirada hacía el—. ¿Qué sucede?
—Nada, solo me asusté un poco —sonreí—¿Qué encontraste?
—Solo algo tonto, pero puede ser una pista —aún Ewan tenía una cara misteriosa, rei— lo siento por asustarte.
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¿Quien es el culpable?
Teen FictionSi tu fueras abandonado por tus progenitores buscarías razones del ¿por qué?, se puede llegar a pensar que fuiste producto de un embarazo no deseado, o peor aún de una violación. Esto era lo que pensaba Duncan, pero al saber que no fue así, que sus...