Si todos los caminos condujeran al Perú, ya haría mucho tiempo que lo habríamos hallado. Quizá sea mejor así. Al menos, de este modo, el Perú sigue siendo aún un destino que se busca, una esperanza. Este libro, por ejemplo, testimonia el inicio de un afán, dar con el Perú en todas las caras que asume la verdad para vestirse de realidad en los muchos modos de sentir y de creer que son los más en estas tierras. La tradición oral es el gran libro de aquellos que no logran incursionar en el mundo editorial y lo escriben todo en la memoria, al borde del olvido.Iniciamos una tarea que no llegaremos a concluir, no nos alcanzará la vida para tanto, recoger directamente en cintas magnetofónicas todas las versiones y todas las visiones de los peruanos acerca de las cosas de este mundo, y de los otros. Aprendemos en las sabidurías de los que saben leer más allá y más acá de lo que se ve con los ojos, de los que siguen obstinados en alentar alguna o más de una fe; aunque no sea para creernos, aunque sólo sea para sabernos.
Los caminos que llevan a las almas del Perú, al margen de todo plan vial, suponiendo que existiera alguno, sufren el más indignante abandono, los lacera imperturbablemente la dejadez, tal como si les hubieran declarado la guerra otras almas. Tanto es así, que basta con recordar una muestra elocuente de ello: como a la creación de uno de nuestros más genuinos poetas la suele explicar, debido indudablemente al confort de ruta que ofrecen otras vías, con aires propios de los paisajes nórdicos sino escandinavos.
No nos cerca pasión chauvinista alguna. Creemos, como pobladores del siglo XX, que en estos tiempos y a estas horas la patria cultural de cada humano está delimitada por los confines del universo, al menos es nuestro deseo. Decimos, simplemente, que a ningún hombre universal nacido en Londres, por ejemplo, por más universal que sea, se le vendría a la cabeza explicar la obra de Shakespeare con los paisajes de Barranco, ni mucho menos Santiago de Chuco.
El Perú es cosa seria, qué duda cabe, y estamos convencidos de que todos los caminos no conducen a él. Buscar el Perú dentro del Perú es nuestro propósito, aunque resulte lo más difícil de hacer debido a su infra y superestructura moral, sobre todo moral. Y, aunque corramos el riesgo de que se nos tilde de pasadistas, buscamos el futuro del Perú en lo único que le queda, su pasado actual.
Hemos emepzado por el departamento de La Libertad porque fue en Trujillo donde se nos vino la idea de este proyecto, que luego maduramos hasta el atrevimiento de su realización. Tal acontecimiento nos sucedió en la campiña de Moche. Al descomponérsenos el automóvil en el que viajábamos, fuimos en busca de algo a una choza solitaria. "Ya que no tengo nada qué darles de comer, ni nada qué darles de beber, al menos les daré de oír", nos dijo la dueña, y empezó a contarnos una de las revelaciones que integran este volumen.
"Tradición oral: departamento de La Libertad" es la selección muy meditada de un número superior a las dos mil versiones orales que logramos acopiar, grabadora en mano, en las nueve provincias que conforman esa demarcación geográfica, merced a la dedicación generosa y sobrecargada de horarios de un equipo de experimentados jóvenes estudiosos liberteños. Nada ha sido alterado de las voces recogidas, todo está tal cual fue dicho y oído.
Los innumerables agradecimientos que debemos en la realización de esta faena casi imposible, y por lo tanto hermosa, los resumimos en nuestra gratitud al ingeniero peruano Carlos del Río Cabrera, gracias a cuya presidencia nos fue posible contar con el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.
Jorge Díaz Herrera
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TRADICION ORAL - DEPARTAMENTO DE LA LIBERTAD
HorrorLibro que cuenta relatos de la cultura Peruana, específicamente del departamento de La Libertad