Hace muchos años en la calle Piura de Sausal había una acequia rodeada por árboles y vegetación. Allí un joven fue a bañarse y se ahogó. Su espíritu para que se salvase del encanto tenía que ahogar a otra persona en el lugar donde él se había ahogado.

Cuentan los habitantes de esa calle que un anciano borracho pasaba por el lugar cerca de las doce de la noche y en eso vio al ahogado que daba unos gritos horribles y se iba acercando más y más con la finalidad de matar al pobre hombre. Pero el anciano reaccionó inteligentemente lanzándose a la acequia y el ahogado temeroso de volver a ahogarse -porque en realidad tiene miedo cuando ve el agua- se retiró; justo en esos precisos momentos cantó el gallo y el anciano, gracias a Dios, pudo salvarse. Ahora la gente vive atemorizada de salir tarde en la noche.



Versión Escrita: Celia Seminario Roncal, Edad: 39 años, Ocupación: Profesora, Lugar: Casa Grande

TRADICION ORAL - DEPARTAMENTO DE LA LIBERTADWhere stories live. Discover now