Cierta vez una señora iba manejando su carro con destino a Santa Clara, llevaba su bebé. Al pasar por la carretera del anexo -perteneciente a la Cooperativa Casa Grande- se presentó una mujer que levantó la mano con la finalidad de que la señora pare su carro. La buena señora, inocentemente, trató de ayudar porque pensó que se trataba de un ser normal, y paró su carro.
Subió el espíritu de la mujer que llevaba puestos unos zapatos de unos enormes tacos y le dijo a la señora que le hiciera el favor de llevarla al cementerio porque quería ir a rezar. La señora, al principio, dudó, luego empezó a sentir un horrible frío por todo el cuerpo y trató de bajar de su carro con su bebé, pero la tacona le dijo que deje al bebé que ella se iba a encargar de cuidarlo mientras ella regresara, porque la señora le había dicho que tenía necesidad de ocupar el baño. La buena señora le dijo: le encargo a mi bebé, pero antes se quita los tacos. Gracias a Dios que la señora tenía una cruz colocada en su pecho, la tacona sintió pánico y desapareció inmediatamente.
Version Escrita: Celia Sarmiento Roncal, Edad: 39 años, Ocupación: Profesora, Lugar: Casa Grande
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TRADICION ORAL - DEPARTAMENTO DE LA LIBERTAD
HorrorLibro que cuenta relatos de la cultura Peruana, específicamente del departamento de La Libertad