Había un niño que tenía unos padres que eran muy buenos. Cierto día el niño había ido al campo, de repente se  presentó un hombre que venía con su caballo blanco y vestido de traje también blanco. El niño le preguntó a quién buscaba, el hombre le respondió: a ti, y el niño le replicó que cuál era la razón por la que lo buscaba a él, si nunca antes lo había visto; el hombre le ofreció una gran cantidad de tesoro, el muchacho se impresionó mucho a ver barras de oro y muchas alhajas más; el hombre quería que el niño lo acompañase pero el muchacho le respondió que lo primero que haría sería despedirse de su madre. El hombre encaballado aceptó.

La madre del muchacho, una vez enterada por su hijo, sobre lo ocurrido decidió ir a conocer al hombre que le había ofrecido trabajo y fortuna a su hijo. Así lo hizo y se dirigió sin comunicarle nada a su esposo.

El hombre habló con la mujer y la tentó de igual manera que a su hijo. Le dijo que abandone a su marido y se vaya con él y con su hijo. La mujer aceptó y se fue a su casa a vivir con este hombre que aparentaba ser bueno. La mujer empezó a convivir con este hombre y se sentía perdidamente enamorada y sorprendida de tener muchas joyas.

Uno de esos tantos días, el niño se perdió en el bosque, escuchó unos ruidos y vio al hombre que estaba con su madre que se estaba transformando en diablo, era un ser tan repugnante porque tenía unos chachos, cola y enormes uñas.

El niño trató de encontrar a su madre y le contó lo que había visto, la señora sintió miedo y trató de escapar, pero el diablo viéndose descubierto mató a la señora, quiso hacer lo mismo con el muchacho  pero esa inocente criatura supo enfrentarse y derrotar al diablo hasta hacerlo desaparecer.

El niño regresó a casa con su madre muerta y llevándola en el hombro y buscando a su padre.



Versión Escrita: Celia Sarmiento Roncal, Edad: 39 años, Ocupación: Profesora, Lugar: Casa Grande

TRADICION ORAL - DEPARTAMENTO DE LA LIBERTADWhere stories live. Discover now