capítulo 25

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"No estoy muy enojado por alguna extraña razón. Aunque, tal vez estoy demasiado cansado en este momento".  Harry dijo pensativo mientras se quitaba la armadura y se cambiaba de ropa.  Le dio a las túnicas que Voldemort había cambiado a gris una mirada despectiva.  Cualquier encanto que se hubiera usado en las cápsulas ahora se estaba desvaneciendo, haciendo que el usuario pareciera haberse retozado en un charco de pintura gris.

Bellatrix sonrió sombríamente mientras estudiaba su rostro arañado en un espejo.  "Esa es una señal de que ya no estás apegado emocionalmente a ese desastre. Si puedes pensar y planificar sin que tu mente esté nublada por las emociones, a la larga será mejor para ti".

"¿Un desastre? Más como un desastre".  Harry murmuró mientras la veía pinchar un par de cortes y especuló si debía o no decir algo sobre su pelea.  Quizas mas tarde.  "Creo que iré a mi estudio y haré una lluvia de ideas sobre algunos planes de acción contra todos. Mañana, puedo consultar con los aliados que tengo".

"Haces eso."  Bellatrix aconsejó vagamente mientras abandonaba el espejo y comenzaba a cuidar su propia ropa.  Ella podría arreglar su cara más tarde.  "Narcissa tuvo bastantes conmociones esta noche. Mejor voy a verla después de lavarme la cara".

Harry asintió y salió de la habitación.  Tan pronto como se fue, Bellatrix sacó una de sus varitas de cereza y susurró un encantamiento rápido.  "Maternus observiosso".  Una luz azul brilló al final de su varita y se atenuó a un brillo pulsante.  Cuando apuntó la varita hacia sí misma, el brillo cambió a un verde saludable.  Bellatrix suspiró aliviada, guardó la varita y rápidamente terminó de ponerse una nueva túnica.  Luego se dio una vuelta en el espejo y salió de la suite para encontrar a Narcissa.

Hermione terminó de quitarse la ropa y la ropa interior y se metió en el agua tibia y relajante de la piscina en el baño de los prefectos.  Aunque el agua era relajante, hizo poco por eliminar el dolor emocional provocado por la confrontación en la aldea muggle.

Al pensarlo, Hermione llevó una de sus manos a la mejilla e hizo una mueca.  A pesar de que la mayor parte del dolor se había desvanecido un poco, la hizo estallar en lágrimas irracionales.  ¿Cómo podría Harry irse y casarse con eso?  .  .  ¿esa mujer?  ¿Y por qué le importaba?  Era un traidor y asesino después de todo.

En un intento por distraerse de los sentimientos dolorosos y los pensamientos confusos, lentamente intentó nadar algunas vueltas.  Esto solo la agotó.  Regresó al extremo poco profundo y se sentó, recostándose contra la pared de la piscina, llorando aún más fuerte.

¿Cómo la había llamado Bellatrix?  Una puta traidora.  ¿Ella tenía razón?  ¿Incluso si Harry fuera culpable?  Probablemente.  Bellatrix ciertamente parecía creerlo.  El daño que la mujer mayor le había hecho en la cara era una prueba suficiente de ello.

Se salvó de ahogarse en sus pensamientos cuando Ginny Weasley entró al baño.  La hermana pequeña de Ron no dijo nada hasta que se unió a Hermione en la piscina contra la pared.  "Pensé que podría encontrarte aquí".  Comentó Ginny.  "Ron me contó todo. Espero que Bellatrix no te haya lastimado seriamente".

"Solo unas pocas bofetadas aquí y allá".  Hermione respondió con cuidado.

"Ron estaba preocupado por las lesiones. Estoy más preocupado por tus emociones".  Ginny declaró clínicamente.  "Lo que Bellatrix te dijo fue bastante duro".

Hermione decidió no responder por varios momentos.  Finalmente se derrumbó y le contó a Ginny sobre el dilema que enfrentaba.  Sus aparentes sentimientos de celos y los temores de que ir en contra de Harry estaba mal, a pesar de su culpa.

"¿Entonces estás celosa de Bellatrix?"  Ginny preguntó con cuidado.

"No lo sé."  Susurró Hermione.

Conde del norteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora