Capítulo N.7

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Hongjoong reía internamente por acusarse como un maldito demente obsesivo, no había dejado de ver a Seonghwa. Coloca su taza en la mesita de centro y tomó su celular para echar alguna mirada en lo que tenía el mundo "social". Hubieron ocasiones en las que anticipó qué Seonghwa se despertaría, pero terminaba siendo falsa alarma.

Más de dos horas pasó cuando finalmente aquel despertó aturdido, y con dificultad de ubicación, un quejido prominente por causa de una de sus extremidades entumecidas llamó la atención del pelirrojo. Aquel despegó su vista del celular y sonrió.

—Quédate toda la noche invadiendo mi sofá. No hay problema, podría alquilártelo—dijo con sarcasmo, luego bajó un poco el tono—¿Cómo... te sientes?

—Un... poco mareado.

Hongjoong rodó los ojos.

—Ya he estado ebrio miles de veces, se lo que se siente, genio. Es obvio que no estoy preguntándote sobre eso.

Seonghwa entendió la mirada acusatoria. Se sentó recto y masajeo su cuello. El pelirrojo se levantó y fue minutos a la cocina, al acompañar nuevamente al rubio le extendió la taza de café y una botella de agua. Seonghwa pregunta con su mirada sus acciones.

—Bebiste mucho, no sé cuánto exactamente. Pero sé el malestar físico, a lo mejor solo te encuentres un poco ebrio a estas alturas, te preparé un café bastante cargado. Es obvio que no se te quitará lo borracho que estás pero te mantendrá alerta en tu camino a casa—explica sentándose y subiendo las piernas al sofá.

Seonghwa toma la taza y se queda un momento viendo el líquido humeante.

—No está envenenada, si es lo que crees, no gastaría veneno en ti, aunque es una de mis caras cápsulas de café—se sentó en su lugar —, te ayudará mucho, créeme. Aunque deberías saber que cuándo despiertes la resaca siempre te dará los buenos días.

Seonghwa bebió y agradeció internamente que se llevara un poco del sabor ya amargo estancado que se había generado en su boca, claro reemplazándolo con el café que era mucho mejor. Hongjoong esperó pacientemente a que pudiese declarar la bomba que lo llevó a beber, aunque todo dependería de que tan cuerdo esté.

—Ella... admitió que había conocido a alguien más—Se lleva un par de dedos a los ojos frotándolos—Eso es todo.

Aquello pareció dicho con dificultad, como si su estado no le permitiera decir algún detalle. No tenía un consejo adecuado para ello. Pero sabía que Seonghwa con los pensamientos posibles "pesimistas" qué le habían llevado a querer olvidar con alcohol, entonces sabía que no debía meterse porque jugaría con un tema moral. Era un problema muy, muy personal.

—Es una pena que resultara de esa manera...

Se limitó a decir y Seonghwa lo entendía, pero solo con el hecho de no estar solo en ese momento, estaba bien. Bajo la comodidad de la compañía.

—Por cierto, ¿dónde estamos?—pregunto el rubio evitando la claridad de las lámparas.

—En mi departamento. No sabía qué hacer contigo, no dijiste nada útil cuando te saqué del pub. ¿Traías auto?.

—No. Lo dejé en el estacionamiento del edificio donde trabajo. Sabía que esto iba a resultar mal...

—Entiendo. Son las tres de la mañana, aún deben haber algunos taxis. Imagino que no quieres llegar destruído a tu trabajo, ¿no?. Si piensas que te estoy echando, en realidad, así es—rió

—Supongo que debo irme—rió —gracias por haber cuidado de mí.

Hongjoong se encogió de hombros y se levantó igual, para poder despedirlo rumbo a la puerta, vió como este se balanceaba por momentos. Estando en el pasillo de la puerta. Hongjoong coloca la contraseña de la puerta, el pitido hace que Seonghwa haga una mueca, la puerta es abierta.

I.W.K.S | seongjoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora