Capítulo N.10

7.1K 654 931
                                    

Hongjoong se remueve en las sábanas, aún con los ojos cerrados, puede sentir como está en un lugar que aparentemente no conoce. Pero no quiere hacer el esfuerzo de levantarse o el mínimo de abrir sus ojos e inspeccionar, extrañamente aún así puede sentir lo tibio que están las sabanas dandole poco a poco la información que no estaba solo previamente.

Decidido, abre finalmente los ojos y mira a los lados, encontrándose solo. Se sienta y frota su ojo para poder quitar un poco la vista borrosa que está sintiendo. En cuestión de segundos siente una leve picazón en su ojo y recuerda que no se quitó las lentillas para dormir, que error. Pero a como se habían dado los acontecimientos no hubo un momento para recordar que se debía quitar los pupilentes.

Ignora la picazón en su ojo y comienza a estudiar la habitación. Sí, sabía que estaba siendo invasor, porque efectivamente era la habitación "matrimonial". De cierto modo antes de quedarse dormido, se discutió a si mismo buscando la moralidad de la situación, muy en el fondo le incomodaba el haber invadido la casa donde el contrario se había establecido como un matrimonio estable, entonces recuerda haberlo comentado de la manera más discreta si estaba bien compartir un espacio muy íntimo para Seonghwa, recuerda que este le comentó que no importaba con un tono muy apagado, no quiso hacer ese punto en algo innecesario, por lo que tampoco dijo más cuando sintió a Seonghwa acomodarse cerca suyo. Después del mal entendido que había sido formado entre los dos, no le apetecía qué volviera a suceder un desacuerdo. Lo dice porque en teoría son amigos.

Observó que en la orilla de la cama estaba su ropa perfectamente doblada. Seguro recientemente la habían dejado allí. Se detuvo a pensar lo vagamente familiar que eso se sentía, él se había desligado un poco sobre el mantener el calor de una piel contraria, sin embargo el sentirse impregnado por todos los aromas de ese lugar lo hizo sentir muy bien, muy en un entorno donde era aceptado, por decir algo.

Se dirigió hacia la que creía que podría ser el cuarto de baño. Después de haberse duchado iba a dirigirse en busca del rubio, estudiaba la acogedora y hogareña casa, mientras se hacía la idea que él y su ex esposa en un inicio no estaban bromeando con el matrimonio, ya que parecía una casa que había sido elegida para permanecer por mucho tiempo; ahora se preguntaba ¿Qué tenía el otro tipo qué Seonghwa no tiene?, con lo duro ó difícil que es la sociedad que señala los matrimonios jóvenes, el haberse topado a Seonghwa quien parecía dar todo de sí, cualquier mujer promedio busca algo así, un compromiso asegurado viniendo de un hombre que esté establecido en un buen trabajo. Ahora que lo pensaba, también era algo insensato, bueno, aunque él tampoco entendía muchas cosas de su vida ¿Cómo haría para entender otra ajena?

Bajó guiándose por el exquisito olor a café que inundaba sus fosas nasales. Al llegar vio cómo Seonghwa movía alguna sartén en la cocina, se detiene en silencio, simplemente verle muy acostumbrado a su actividad, piensa que ese era su estilo de vida de hombre casado, ¿por qué?, ¿qué tan mal debió resultar aquello?, Seonghwa lo ve de reojo y sigue en su labor.

—Finalmente has despertado—comenta el rubio.

—¿Quién en su sano juicio se despierta temprano en fin de semana?—dice mientras se pasea por la cocina, tratando de disipar sus curiosas interrogantes mentales.

—Supongo que soy esa persona sin sano juicio—ríe —, espero tengas hambre "temprano" como tú dices.

—Ya desperté, no te rechazaría un desayuno. ¡Qué más da!, ¿siempre cocinas?.

—Sí. Era el que más solía hacerlo. Me gusta, se lo debo a mamá después de todo. Como no tengo hermanas pues al final mi madre pensó que sería buena idea enseñarle a sus hijos—dice con gracia

—Muy inteligente—acepta.

—¿Y qué me dices de ti?

—¿Bromeas?, no podría invadir una cocina sin que luego provoque un incendió o explosión.

I.W.K.S | seongjoongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora