Décima primera carta

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Querida Charlie:

No quiero ser grosero, pero ha sido justo asi como te ha llamado tu tio con lagrimas en los ojos en esa fria habitacion de hospital donde el tormento parece no tener fin.

Una parte de mi esta horriblemente preocupado por ver el estado en el que estas, mientras que la otra suspira de alivio porque por lo menos se que no te has ido.

Un aliviado y preocupado Anonimo.

Cartas a una suicida:Donde viven las historias. Descúbrelo ahora