Querida charlotte:
Logré verte de cerca, estas muy delgada. El médico dijo que despertarías en un par de días y verías a un psicólogo, no creo que eso te agrade, los psicólogos pueden ser muy molestos.
Fue una sorpresa para mi escuchar esa historia, tu tío la contaba entre llantos a una persona al teléfono, no pude escuchar quien era pero parecía impresionada por el relato de tu intento de suicidio, no la culpo; nadie se espera eso de una joven de tan solo 16 años.
Vuelve a mi querida Charlotte.
Anónimo.
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Cartas a una suicida:
RandomEl quiere ayudarla. Ella no quiere ser salvada. El le escribe cartas. Ella no lo conoce. El se convierte en su única razón para sonreír.