Candy Candy historia final, Epílogo

Carta para Anthony Brown

Anthony Brown.

Querido Anthony, muchas veces pienso en ti, pero hasta hoy finalmente he podido escribirte la primera carta para ti... aunque sólo puedo escribirla en mi mente...
Creo ya te has encontrado con Stare y también con tu madre.

Sabes Anthony, fui a Lakewood. ¿Con quién crees?
Oh... cierto, tu nunca conociste a Albert.
Archie y Stare lo conocieron en Londres.
Si hubieras conocido a esta persona, tal vez hubieras visto a la Sra. Rosemary, tu madre, en él.
De hecho, Albert es el hermano menor de la señora Rosemary, y el tío abuelo William, has de estar sorprendido ¿cierto?
Imagina mi sorpresa... ¿Recuerdas cuando te hablaba sobre el Príncipe de la colina, y te dije cuánto se parecía a ti? Imagina mi asombro al descubrir que él también es el mismo. Albert, es el chico que apenas recordabas, era tu tío.
No es tan extraño que te parezcas tanto a él, ¿verdad? Ahora entiendes por qué me confundí por un momento cuando nos encontramos en el Portal de las Rosas? La primera vez que te vi.
Ambos tenían cabello rubio arenoso. Si Albert hubiera mantenido ese tono, podría haberme dado cuenta de algo, pero cuando lo conocí años más tarde, tenía cabello castaño. Además de que llevaba la barba y unas gafas de sol, sospechoso.
Me pareció una persona tan lejos de ti... Ahora, sin embargo entiendo que el color de sus ojos es el mismo, un azul claro, como el cielo al amanecer...
de acuerdo a lo que él me dijo, él también tenía cabello rubio cuando era niño, pero con el paso de los años el color se volvió más oscuro, durante sus viajes en el desierto.
Pero después del accidente y las diversas situaciones que tuvo que enfrentar, volvió a su color original.

En Lakewood entré por primera vez en la sala de conmemoración Ardlay y pude admirar los numerosos retratos de los ancestros de la familia.
La pintura que retrata a la Sra. Rosemary es lo más hermosa que he visto en mi vida. Todavía eras un recién nacido y tu madre sonríe felizmente, sosteniéndote en sus brazos.
No pude contener las lágrimas. La imagen de ella y su hijo fue realmente dulce. Recuerdo que una vez me contaste sobre ella y me confiaste sus palabras: "Las flores mueren y renacen aún más bellas"
Las personas mueren y renacen aún más espléndidas en el corazón de los que permanecen"

Cuando dije esta frase a Albert, se quedó escuchándome sin decir una palabra. Luego, después de un largo silencio, me contó sobre el matrimonio entre su hermana Rosemary y tu padre, el Sr. Vincent Brown.
Me contó cómo tu madre no se rindió ante la opinión de los Ardlay. Se oponían profundamente a esa relación por la diferencia social entre las familias
La señora Rosemary, les dijo que la felicidad no depende de dinero o posición social, sino por la posibilidad de vivir con la persona que amas, si se oponían para detenerla, ella estaba dispuesta a dejar el apellido Ardlay en cualquier momento.

Rosemary era una persona dulce, pero también una mujer fuerte.
Tú eras así también, Anthony: dulce y fuerte al mismo tiempo.
Si todavía estuvieras vivo, me pregunto qué tipo de hombre te habrías convertido.
Tu última sonrisa quema mi corazón.
Cuando te fuiste, de repente, no podía perdonarme el sólo hecho de poder seguir respirando me pareció una injusticia. Era insoportable ver el sol salir y descender.
Me molestaba sentir sed, por sentir hambre.

Estaba convencida de que nunca me gustaría nadie más.
Pero entonces... ya sabes lo que me ha pasado, ¿verdad? En Londres, estaba atraída por una persona que era extremadamente similar a ti.
Quizás eso me pareció en ese momento,
En realidad son dos personas completamente diferentes.
Por esa persona aprendí que el sentimiento de amor es diverso y que hay cosas que una vez perdidas, no podemos recuperarlas nuevamente.
No podemos volver a encontrar quienes han muerto... Es una realidad difícil de asimilar, pero hay que aceptarlo.
Aun cuando se esté vivo... he aprendido que hay circunstancias en las que el destino no permite que dos personas estén juntas.

Después de todo, vivir significa acumular estas experiencias vividas.
Mientras hay vida hay esperanza.
Tu última sonrisa me dará fuerzas, sé que tú has perdonado todo.
Estoy feliz de haberte conocido.... Anthony y Stare... viviré con alegría las
Cosas tristes y cosas bellas... todos los recuerdos vivirán en mi memoria, voy a seguir viviendo sin dejar de ser yo misma.

¿Me pregunto qué me estará esperando el mañana? ¿Que me traerá el amanecer envuelto en su luz blanca?
Cualquiera que sea la razón, estoy esperando con ansias. Sé que ya no puedo encontrarme contigo en este mundo Anthony, pero cuando nos volvamos a encontrar algún día, quiero ser una persona de la que pueda seguir adelante sin vergüenzas.
Por eso, me comprometeré a seguir mi camino y, como te prometí, ¡lo haré con una sonrisa huh!
Anthony... por favor sigue cuidando de mí.

Desde la temporada en que florecen las rosas dulce Candy.