One Short Yewook

Lo prometo

- Muchas gracias por su preferencia, esperamos su visita una próxima vez

Luego de despedir al cliente, un joven castaño se encontraba acomodado los libros en las repisas correspondientes mientras disfrutaba del silencio que abundaba por los pasillos

Ryeowook trabajaba en una biblioteca a medio tiempo puesto que el mañanas iba ala Universidad.

Amaba su trabajo, era algo sencillo con una buena paga.

Además de que amaba los libros y estar rodeado de ellos le era hermoso, por ello es que llevaba más de un par de años trabajando en aquel lugar.

En el dia de hoy todo parecía ir normal hasta que un pequeño niño de cabellos azabaches se acercó a él tomándolo de su camisa.

-Omma~

Wook se giró al escucharlo y miró al pequeño algo confundido

- ¿¡Omma!? ¿Porque me estas llamando así? -sonríe suavemente y lo mira un poco nervioso- hey pequeño, soy un hombre

- No importa, de todos modos el me dijo que pronto te convertiras en mi omma

Wook lo miro sin entender mientras se inclinaba a estar a su altura- ¿Quien..? ¿quien te dijo eso?

-El me lo dijo.. -respondio el pequeño mientras señalaba a otra persona- appa, appa, -corrio hasta el con una sonrisa- ese chico lindo es mi omma ¿Verdad?

-Si cariño -el pelinegro acarició los cabellos de su hijo y miró al contrario para luego acercarse a el-

-¡¡Jefe!! -wook no podía creerlo, se sonrojo suavemente ante la atenta mirada de su mayor- Le dije que no debería de estar enseñandole ese tipo de cosas a su hijo

Jong lo miro con una sonrisa- ¿Porque? ¿Te molesta? -Wook ante aquello desvío la mirada algo sonrojado y el mayor lo tomó de la cintura para acercarlo a su cuerpo- no me hagas quedar como un mentiroso delante de mi hijo -Wook colocó sus manos en el pecho del mayor para separarse un poco mientras se colocaba aún más nervioso y sonroja- porque se trata de una promesa

Wook lo miro a los ojos perdiéndose en un instante en ellos y negó suavemente separándose rápidamente de el, alejándose de ahi.

Jong soltó un suspiro al verlo irse, tal vez había ido muy rápido, miro a su hijo que se agarraba de su pantalón con un leve puchero en sus labios, se inclinó hasta estar a su altura.

-Cariño, podrías ir un rato a jugar en la sección de niños? Appa debe de arreglar algunas cosas

El menor lo miro y asintio con una sonrisa para así irse, Jong se incorporó para luego ir en busca del menor. No tardo mucho en hallarlo en uno de los pasillos mientras acomodaba los libros de forma nerviosa haciendo que estos se calleran más de una vez de sus manos.

Wook no podía creer lo que había pasado, su corazón latía como loco tan solo pensar en ese momento.. Y es que, no podía negar que desde que lo conoció se había sentido atraído por su Jefe.

Se mordió los labios suavemente, pero aún con las palabras del mayor no podía creer que fuera cierto, puesto era solo un chico simple que aún no terminaba de estudiar, no tenía nada que ofrecer.

-¿Que tanto piensas?

Los libros se le calleron de las manos al escuchar la voz del mayor, nervioso se agachó para recoger estos, Jong por su parte se acerca a ayudarlo.

Tomó algunos libros logrando rozar sus manos con los de el. Wook se sintió extraño pues una sensación cálida lo lleno, suspiro suavemente.

-¿Porque yo?

Pregunto más para si que para Jong Wook, pero no se dio cuenta que lo había dicho en voz alta.

- Por tu forma de ser, tan dedicado, tan lindo. Siempre siendo amable con todo aquel que tiene tu atención... Jamás había conocido a alguien como tu. Eres perfecto para mi.

-Pero yo no tengo nada que darte -susurro y se levantó dejando los libros en sus lugares-

-Yo ya lo tengo todo, no necesito nada más que solo a ti.

-Esta loco -comentó un tanto divertido-

- Por ti, si -el mayor río suavemente y abrazo al menor por la espalda- ¿Aceptas formar parte de mi vida y la de mi hijo?

- ¿Tengo alguna otra opción? -río suavemente-

-No -comentó Jong divertido- mi hijo y yo ya estamos encaprichados contigo. Y ninguno de los dos vamos a querer soltarte... Prometo amarte toda la vida -aquello último lo susurro contra su oreja.

El menor sonrió sonrojandose de nuevo mientras sentía su corazón llenarse de un cálido sentimiento.

- Igual lo prometo