REY DEMONIO- HARRY STYLES

NUESTRA CASA

ISBEL**

-Preferiría quedarme en casa al menos hoy- digo un poco exhausta por el evento

-Te irás conmigo. Debemos vivir juntos desde ahora- dice Harry volviendo a tomar de su botella de vino

Creo que ya se le han pasado las copas y el efecto del alcohol lo maneja por ahora

Su traje es completamente negro a excepción de su camisa la cual es blanca, su pelo castaño claro y ligeramente rizado se encuentra algo alborotado haciendo que algunos mechones caigan sobre su frente. Se le ve cansado pero más que eso se le ve frustrado

-Deberías ir a descansar- digo cruzándome de brazos en mi lugar. Quisiera poder ir a dormir

Las personas que aún quedan en el lugar siguen bailando y bebiendo. En su gran mayoría son del clan de los demonios, los de mi clan se limitan a observar divertidos

-¿Esa será mi noche de bodas?- dice ahora mirándome fijamente

Trago saliva ante su comentario, sé que es solo para molestarme. Pero eso no quita que me sienta asustada por ello

-Sin duda- digo desviando mi vista hacia las personas que bailan

Siento su mirada fija en mí, eso empieza a ponerme nerviosa

Me levanto de mi lugar para dirigirme a mi habitación, estoy muy cansada

Siento como mi cuerpo se tensa por completo cuando su mano se apodera de mi muñeca haciendo que detenga mis pasos. Volteo para mirarlo con confusión

-Dije que te irías conmigo- dice intentando jalarme hacia atrás

De un tirón libero mi mano de su agarre

-Ya te dije que hoy me quedaré aquí- respondo intentando retomar mi camino

-Y yo te he dicho que te vas conmigo- dice inclinándose y tomando mis piernas para levantarme y colgarme en su hombro

-¡¿Por Dios, qué haces?!- digo golpeando con mis puños su espalda la cual es dura y dudo mucho que esos golpes hayan causado algún efecto en él

-Nos vamos a casa- dice él caminando hacia no sé dónde y sintiendo como mi cabeza empieza a doler

-¡AYUDENME!- grito con el afán de que alguien pueda escucharme

Escucho su risa ronca, le divierte la situación

-Eres mi esposa, nadie te va a ayudar si estás conmigo- dice con suficiencia

-¡ERES UN IMBECIL!-

-Oye, cuidado con esa boca, no sabía que salían tremendas palabrotas de los labios de una Diosa- ríe con humor

-¡BAJAME!- siento como todo me da vueltas. Me siento congestionada y mi el mareo es fatal

De un movimiento me baja hasta que mis pies tocan el piso. El movimiento fue muy rápido y brusco por lo cual el mareo es más fuerte. Él me toma de la cintura subiéndome a lo que creo es una camioneta

-Vámonos- dice sentándonos y colocando uno de sus brazos por encima de mis hombros haciendo que empiece a tener estabilidad

No sé ni a donde voy, aún mi cabeza duele y el estar así con él me provoca miedo

No sé cómo podré convivir con él, sé que sin el más mínimo esfuerzo me mataría al igual que a mi padre y de paso a todo mi clan. Por eso nadie se ha negado a ese tratado aun sabiendo que sus hijas morirán al tratar de cumplirlo. El temor a los demonios es grande, nadie es más poderosos que ellos. Por eso a mí clan le conviene aliarse con ellos, aunque sean totalmente opuestos, los clanes se complementan. Solamente que no se ha podido completar el tratado ya que ninguna diosa ha soportado tener relaciones con los demonios, y más allá de eso no ha soportado llevar un hijo de estos mismos. Esto es prácticamente imposible, pero al parecer nuestros antepasados creen en ello. Mientras tanto las hijas de los Dioses morirán sin pasar siquiera de la segunda década de su vida.