Es inusual que actualice pronto, pero quería hacerlo antes de irme a dormir. ¿La razón? Este es mi regalo de cumpleaños para mis lectores... εїз
¡Advertencia! Este capítulo rebasa el nivel de cursilería al que están acostumbrados :D
#Charny #Love
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—El laboratorio está listo, jefe —dijo la voz de Hill que iba entrando al jet una vez que aterrizamos.
—De echo Steve es el jefe —interrumpo señalándolo—. El señor Stark sólo paga por todo —lo señalé para fastidiarlo un poco—. Hola.
Ella suelta una sonrisa militarizada y me ofrece un asentimiento de cabeza como saludo.
—No —dice él ofendido mostrando una mueca y luego rueda los ojos sabiendo que era verdad—, también hago que todo funcione y se vea genial, Charlotte Hendricks.
Respiro profundo conteniendo mi carácter y Hill y Steve nos ven desaprobatoriamente, parecíamos dos niños peleando por ver quien ganaba un columpio, lo que ellos no sabían era que yo siempre lo ganaba porque hacía trampa mordiendo a todos los demás. Salgo al momento que comienzan a hablar de Wanda y Pietro Maximoff, los gemelos alterados con súper poderes de Sokovia, ella con habilidades telequinéticas y telepáticas, y él con velocidad sobrehumana. Tony me alcanza y me toma del brazo haciendo que lo mire.
—¿Te quedarás esta noche? —pregunta con un tono de curiosidad y súplica al alcanzarme. Aunque también sonó a una orden.
Y, aunque me dolió reconocerlo, dije:
—No tengo otro lugar a donde ir.
Y él sonrió de lado, como lo hacía antes, seguía teniendo control en mí.
Hasta el final de la mañana, Tony y Bruce se habían mantenido encerrados en el laboratorio de ambos, trabajando con el cetro de Loki, examinándolo como habían dicho. Pero no dejaban entrar a nadie. Tuve la ligera sospecha que se estaban metiendo en problemas.
Cuando fui a ver a Clint por la tarde, la doctora Helen Cho —como decía su bata blanca— estaba analizando los registros de él en una pantalla del arca de regeneración, que al mismo tiempo trabajaba en él, terminando de poner tejido artificial en su abdomen.
—Ya falleció, qué triste —dramatizó Tony al entrar al lugar unos minutos luego que yo, llevaba una bandeja con cinco vasos llenos de algo extraño y los repartió a todos y, cuando estiré la mano para tomar el último, él se lo llevó a sus labios. Me sentí avergonzada y molesta al mismo tiempo. Me guiñó un ojo y me lo ofreció una vez que bebió la mitad.
—Viviré convertido en plástico —comentó Clint en broma.
—Seguirá siendo usted, ni siquiera su novia lo notará —agregó la experta, confiada.
—¡Oye! ¿Tienes novia? —le grité en reclamo—. Ya no me gustas. Hay que romper —bromeé con falsa molestia ocultando una sonrisa.
Clint suelta tal carcajada que incluso la doctora le pide que deje de moverse. Tony me ve curioso cuando me llevo la bebida a los labios. "Jugo de algo asqueroso con una mezcla de vitaminas."
—Este es el futuro, Tony —cambia de tema—. Tus estorbosos trajes acabarán siendo chatarra.
—De hecho, ese es el plan. Y, Helen, espero verte en la fiesta esta noche —le invitó sonriente.
"No puedes evitar coquetear con nadie", pensé molesta. "Charly... piensa en Charly..."
—Vendrás, ¿verdad? —Clint me toma de la mano y mira hacia mí, desde su cómodo lugar en la camilla.
—Si me prometes que bailarás sólo conmigo —le sonreí. Yo también podía jugar—. Aunque vengo de una fiesta de disfraces —comento mirando mi atuendo.
—Ya decía yo que te veías demasiado extraña —dice Tony, molestando. Él sabía cómo hacer que me desconcentrara. Me recordara o no—. Te llevaré a tu habitación para que puedas cambiarte.
Me conduce por el pasillo y esperamos el elevador un momento, cuando lo veo que está mirando mi trasero no tan disimuladamente y sólo me sonríe divertido guiñándome un ojo de nuevo. Sé que sólo quiere sacarme de quicio, y lo está logrando.
Noto que pide el piso del penthouse y me sorprendo, pero no pregunto porque lo último que quiero es tener una agradable charla con él. Me molesta que después de haberme olvidado, me culpe a mí. Y cuando nos volvemos a ver él finge que nada pasó. Y también tengo que fingir que no le lloré cómo nunca he llorado por alguien. Y cuando entramos en el lugar, me doy cuenta de que hemos llegado a su propio piso.
—¿No me llevarías a mi habitación?
—Así es —dice adelantándose a su barra, pero en vez de tomar licor, abre una bolsita de papitas y las lleva a su boca—. ¿Qué? ¿No te gusta? —dice señalándome el lugar con ambos brazos estirados.
Él se sienta a sus anchas en su sala de estar y sigue comiendo sus botanas mientras me mira descaradamente. "De verdad me saca de quicio".
—Voy a tomar un baño —comento ignorándolo monumentalmente.
Comienzo a caminar buscando la habitación para resguardarme de sus ojos cuando lo noto detrás de mí. Él, al saber que ya lo vi, me toma de la mano y me hace quedar de frente. Mi respiración es lo único que se escucha por un par de segundos.
—No sabes cuánto busqué por ti —dijo melancólico—. Cuánto... deseaba tenerte frente a mí.
No podía dejar que hiciera eso, que me torturara con eso. Porque yo también lo había extrañado a mares.
—¿Y Pepper? —pregunto confundida de que quiera tontear conmigo—. ¿No está aquí? —él frunce el ceño.
—¿Por qué debería? —él nota mi duda al responder y de inmediato habla—. Charly, no estoy con Pepper. Ni con nadie.
Comienza a acariciar mi mejilla con el dorso de su mano y yo necesito poner distancia antes de caer a sus pies. De nuevo.
—Yo sí estoy con alguien —le recuerdo con voz entrecortada.
—Pues qué lástima por él —dijo en susurro—. Porque vas a dejarlo.
Al siguiente segundo estaba él devorando mis labios. Me tenía sujeta de mi mejilla y mi cintura y me llevó hasta el muro con su cuerpo.
Fueron seis segundos los que pude resistir. Mi corazón gritaba que lo besara como tanto había soñado. Y mi mente me pedía que tuviera piedad de Charly. Que él no se merecía esto.
—Lo siento... —susurré cabizbaja cuando pude separarme de él—. No puedo hacerle esto.
—Lo sé —afirma en susurro—. Y voy a esperar por ti. Voy a recuperarte Charlotte Hendricks.
