Bellos días para ustedes, hoy les traigo un nuevo cap. Sin más, a leer... :*
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De regreso a casa, aparte de buscar cualquier información acerca de ese neurocirujano, de la cual no había nada en la carpeta de apuntes ni en internet, pensaba en una posibilidad que se había colocado en mi cabeza, de lo que me dijo mi padre una vez que nos despedimos. "¿Será verdad?"
—Tú puedes controlar muchas cosas que te sucedan allá. Haz uso de ello —dijo misterioso.
—¿Qué cosas?
—No me gusta ese Tony Stark —agregó antes de cerrar a puerta frente a nuestras narices.
Y nos dejó allí, parados justo fuera de su apartamento en medio del pasillo.
—Creo que está un poco loco —susurró Charly a mi derecha, yo giré a verlo de inmediato, mirándolo con molestia.
—Es mi papá de quién estás hablando —reclamé y él se mostró avergonzado.
—Lo siento, Shar, pero no vas a negar que dijo cosas sin sentido.
Tenía razón, pero yo no iba a reconocérselo. A parte de sacar los ojos de mi padre, era tan necia y orgullosa cómo él.
Él se dio cuenta. Mi padre sabía de mi "lo que sea" que tenía con Tony. Alguien quien no convivía conmigo lo había notado.
Inhalé profundo. Mi vida era un completo caos.
Y aún no había terminado mi proyecto de robótica: Un dron modificado con una interfaz que sea capaz de escanear personas para, en caso de necesitar ayuda médica, mandar coordenadas a el escuadrón de emergencias. Era mi Dronator —debería dejar de ver caricaturas—. El dron tenía un dibujo de un pato blanco en la cubierta, y por ello llevaba el nombre de Dron Quack, traducido cómo: Curandero.
Al principio pensé que sería una locura, que nadie aceptaría mi proyecto tan solo por el nombre. Pero ya que mi chaleco antibalas autorreparable había sido un éxito en Afganistán, mi nombre estaba en los primeros lugares de proyectos de robótica (y en lo que los internautas pensaban que era una broma, en e l webtoon de Los Vengadores), por lo que la gente fue a ver mi propuesta de proyecto en otro simposio en Europa. Y sí, fue una locura. ¿Cómo pudieron creer eso? ¿En mí? Yo estaba pasando por una crisis existencial en ese momento. Pero ahora tenía qué hacerlo. Porque a los oyentes les había gustado la idea muy apenas defendí mi hipótesis, pues si había un chaleco antibalas autorreparable, también podía hacer más por las personas necesitadas. Como enviar información de aquellas que estaban en peligro de morir por herida de bala, o incluso de una sepsis. O de aquellas que esperaban ayuda luego de un desastre natural. Y fue cuando llovieron los inversionistas. Y también la fecha de entrega.
Y cuando creo que hay algo más en mi mente, él vuelve. Así que volví a pensar esa posibilidad de la que habló mi padre. ¿Seré capaz de transportarme cuando quiera? Podría llevar o traer cosas, sí. Pero, ¿se podría con personas?
