Capi dedicado a Fine_babe por mi primer comentario :3 Graciaaas!!!
PD: Charly en la galería (guiño guiño)
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hoffman llevaba ya casi dos horas buscando a su novia. Había recorrido todo el edificio donde se celebraba la fiesta y que también era de la compañía de su trabajo, y no había rastro de ella en ningún lado. Lanzó sus más ocultas palabrotas cuando quiso llamar a su celular y recordó que él lo llevaba para que no arruinara su disfraz de cuento infantil.
Decidió volver a bajar y comenzar a buscar de nuevo en su laboratorio y, cuando llegó a él, empalideció al encontrarla en el suelo. Vestida totalmente diferente y descalza. Se acercó corriendo a ella y la movió de los hombros.
A primera vista no se veía herida. Pero por más que le hablaba y movía, ella no despertaba. La cargó en sus brazos y llevó hacia el elevador mientras le ordenaba a Siri llamar a emergencias.
Charly despertó al día siguiente en una cama de hospital, se sentía tan adolorida como si le hubieran disparado, y luego recordó que sí lo habían hecho. De inmediato abrió los ojos en sorpresa y se inclinó en la cama, revisando su cuerpo en busca de suturas de cirugía por herida de bala. Y suspiró aliviada cuando no encontró ninguna.
Se encontró con Charly, sentado en un asiento frente a la cama y durmiendo recostado en ella. Debería ser muy incómodo para él y, aun así, había permanecido a su lado. Y su madre, estaba sentada en un sillón del lugar, también dormida en él.
La puerta se abrió e hizo un sonido silbante, y le recordó la vez que Tony fue a visitar a Coulson en el helicarrier. El sonido hizo despertar a sus dos únicas personas que dormían, y luego la observaron preocupados.
—¿Shar, estás bien? —le preguntó el chico de ojos claros, mirándola fijamente mientras tomaba sus manos.
—Permiso, voy a revisarla ahora —avisó la enfermera que llevaba un expediente entre sus manos.
Tomó una muestra de sangre en dos tubos de vacutainer diferentes, registró su temperatura, presión arterial y revisó el estado de goteo de su bolsa de suero y anotó los centímetros cúbicos que ya se habían administrado, y sin decir nada más, salió por la misma puerta.
—¿Mi amor? —le llamó maternalmente, ya se había acercado a ella también, junto a Charly—. ¿Qué sucedió?
La castaña sólo podía mover sus labios sin emitir ningún sonido. Abría y cerraba su boca en busca de respuestas que nadie le podía dar. Su mirada iba de su novio a su madre y luego a sus manos, que recordaba cómo habían temblado cuando le dispararon.
—Estuve allí —dijo sin más.
Nicole se llevó una mano a sus labios carmín, asustada de que estuviera pasando de nuevo y, Charly, se levantó de su lugar, molesto por la situación y preocupado por su novia.
