Nuevas sensaciones - ALBALIA

Capítulo 10: Disfrútalo

Decidí no darle el pecho durante dos días después de aquella borrachera, ya que madre mía como estaba el día siguiente. Tenía una resaca que no me acordaba de muchas cosas de las que hice mientras jugábamos al yo nunca y al otro juego de después; la verdad es que esperaba no haberla liado mucho durante la noche.

Cuando Nat terminó de atender a las necesidades de Clara, la dejó en la cuna y se acercó a mí, tumbándose a mi lado. Me abrazó mientras me decía – Cómo te lo pasaste ayer, guapa – yo sin recordar mucho le pregunté – ¿Hice algo de lo que me tendría que arrepentir? – ella negó y me tranquilicé. Confiaba completamente en Natalia, siempre lo había hecho, en realidad; me inspiraba tanta paz...

Bajamos a desayunar hacia las doce del mediodía y allí nos encontramos con el resto, comenzando a hacer lo mismo. Me senté a Clara sobre mí, al igual que la noche anterior y comencé a desayunar. Nos habían preparado unas tostadas y lo que parecía ser un batido de algo.

Suponiendo que lo harían con la leche que había sobre la mesa les dije amablemente – Lo siento chicas, me parece muy bonito esto que habéis hecho, pero no puedo tomármelo – se quedaron un poco extrañadas por lo que había dicho y entonces Nat les aclaró – El caso es que no le sienta bien la leche que no esté tratada, es decir, como en los yogures y así –.

Todas lo entendieron en aquel momento, entonces Nuria se levantó y cuando volvió me trajo un par de yogures mientras sonreía diciendo – No lo sabía, lo siento –. Yo se lo agradecí cuando me los dio y empezamos a desayunar sin problemas. A medio desayuno dijo Noelia – ¿Os habéis parado a pensar que es un poco ironía? – nos quedamos pensativas intentado entender de lo que hablaba cuando dijo – Lo de la leche, digo; que no puedas tomar leche porque te sienta mal y después tú le das leche a Clara –. Al escuchar aquello nos echamos a reír un rato mientras comentábamos las ideas que solía tener la muchacha a todas horas.

Después de desayunar recogimos todo, nos cambiamos y nos fuimos a la playa que estaba frente a la casa de Nuria. Pusimos las toallas en la arena, todas al lado y nos íbamos a quitar la ropa para darnos un chapuzón.

Después de poner la toalla, dejé a Clara sobre ella y me empecé a quitar la ropa. Me sentí observada por un momento cuando noté que Nat se acercaba a donde mí y me abrazaba por detrás. Pero no, no era aquella la que me hacía sentir incómoda. Giré mi cabeza un poco y vi que Cloe me miraba mientras me estaba quitando la ropa. Me pareció un poco raro, pero no le di gran importancia a aquello.

Cuando me quedé en bikini, cogí a Clara y la cambié de ropa, poniéndole un pañal de esos que se utilizan para el agua. Nos dimos bastante crema, pues nadie se quería quemar y a aquellas horas el sol daba con fuerza. Cogí a la niña en brazos y me acerqué a Nat que ya estaba en la orilla, mojando sus pies con las olas. Me coloqué a su lado y me dio un beso en la mejilla mientras decía – ¿Vamos? – yo me quedé pensativa y ella me volvió a hablar – ¿Estás bien?, ¿qué te pasa, Albi? – la miré y le respondí – Nat, nunca nos hemos metido en la playa con ella, me da miedo –.

Me pasó el brazo por encima de mi hombro rodeándome y acercándome a ella cuando dijo – Tranquila, no va a pasar nada; y si vemos que no está a gusto la sacamos sin problemas – asentí y me dirigí hacia delante junto con Nat.

Íbamos poco a poco, observando las reacciones del primer baño de Clara en el mar. Al principio se asustó un poco, pero cuando vio que no pasaba nada, le gustó estar allí en el agua salada. Nos acercamos hacia donde estaban el resto, pero cuando el agua llegó a cubrirme la cintura dije – Lo siento chicas, pero yo no voy a entrar más a dentro; no quiero que le pase nada a Clara – Nat se acercó a mi mientras decía – Cariño, tranquila, no va a pasar nada; pero si quieres me quedo aquí contigo – y me besó. Por esos detalles la quería tanto.