Capítulo II: Febrero

458 63 15
                                    

5 de Febrero. 8 meses antes del atentado.

    Pasaron ocho días luego de lo sucedido entre Itachi y yo. Nunca sacamos el tema de nuevo así que, supuse que no lo recuerda por lo alcoholizado que estaba y listo. Solo fue una tontería por parte de él.

   Pero eso yo no podía quitarlo de mi cabeza. No está del todo bien pero inconscientemente, a veces espero a que suceda de nuevo y más cuando se me acerca lo suficiente para sentirme amenazado.

   Debe ser nuestra soledad y el hecho de no convivir con otras personas además de nosotros dos.

   Pero, ya está, no le daré más vueltas al asunto.

   Ayer Itachi había traído muchísimas frutillas, creería que son aproximadamente tres kilos. No sé como hizo para conseguirlas porque creo que no era temporada pero bueno, él es una caja de sorpresas. Nunca sabes que es lo que hará y cómo lo hará.

   Vi como les quitó las hojas y las cortó en cuatro dejándolas en un recipiente para luego sumergirlas en gran cantidad de Azúcar. Supuse que haría dulce. Luego, las dejó reposar por toda la noche y hasta ahí sé todo lo que pasó porque me fuí a dormir. Hoy mismo supongo que las pondrá a hervir. De hecho, ahora mismo. Sentí el olor dulce de la fruta.

   Di un par de vueltas en mi cama. No quería estar aquí pero tampoco deseaba estar abajo porque lo más probable es que Itachi esté ahí. No quiero una conversación incómoda.

   Dios, que complicado es esto.

×××

14 de Febrero.

   De a poco el invierno llegaba a su fin, aunque todavía faltaba bastante. No había nieve prácticamente pero si muchísimo frío por las tardes y las noches.

   Aclaro lo anterior porque a veces no entendía a Itachi. Curiosamente había bajado por las escaleras para buscar algo de comer, también para tomar y me encontré con la puerta abierta y la cocina congelada. Tuve que abrigarme con un suéter y un par de medias porque no llevaba calzado y luego me acerqué para cerrar la puerta. Cosa que al final no hice porque encontré a mi hermano con una silla afuera, sentado.

   Estaba loco, había salido con una remera manga larga de color negra y unos shorts blancos. Aunque luego entendí por qué. Estaba tomando otra vez pero, se estaba moderando.

— ¿Qué haces aquí? — Pregunté mientras salía hacia afuera. Cerré la puerta y me apoyé encima de ella para pasar tiempo con él.

   Es que no podía evitarlo para toda la vida. Si no saca el tema, supongo que está todo bien.

— Oh, pasaba un 14 con mi amor propio ¿Por? — Me respondió. Yo ni siquiera había recordado que era San Valentín.

— Eso no te lo crees ni tú — Le dije mientras me cruzaba de brazos —, pero es una buena respuesta, supongo.

— Claro que si. ¿Quieres? — Me ofreció su vaso para que tome un poco.

— Se supone que debes ser un buen ejemplo para mí — Mientras decía eso me acercaba lentamente a él.

— ¿Fui alguna vez un buen ejemplo?

— Yo creo que si, por lo menos para mí — Tomé aquel vaso y comencé a oler su contenido. Creo que era lo mismo que había tomando él hace unos días. Le di un sorbo para probar pero inmediatamente lo dejé porque lo sentí demasiado fuerte.

— Creo que no es lo tuyo.

— Definitivamente no. Pero bueno.

   Tuvimos un par de minutos con un silencio terriblemente mortal. Vi como Itachi acabó con el vaso y giró su cabeza para verme.

— Andas raro. Si es por lo de la otra noche, perdón. Justamente vine aquí para no molestarte.

— Está bien. De igual forma no me molestó que me beses.

— Así que lo recuerdas...

   ¿Cómo no iba a recordarlo, Idiota? Si eso me confundió horriblemente.

— Obviamente.

— En serio, perdonarme. No volverá a pasar.

   Así que, de nuevo hubo un profundo silencio. Vi que Itachi agachó la mirada. Se veía realmente arrepentido pero, lo entiendo.

   Solo somos nosotros dos.

— Si me gustó — Lo lancé como si se tratara de algo normal y fácil de digerir.

— ¿El qué? — Me preguntó mi hermano girando su cabeza nuevamente de una forma muy veloz. Su expresión era un sin fin de emociones, se encontraba sorprendido aunque, creo que tenía la esperanza de equivocarse.

— El beso. Si me gustó.

— ¿Por qué, Sasuke?

— Ni yo lo sé, Itachi. Sucedió esto y despertó algo en mí que ni siquiera sabía que existía. ¿Comprendes? Es raro todo esto.

— Aunque fuera mutuo no está bien.

— ¿No es mutuo acaso? ¿Lo hiciste a propósito? — Ahora lo voltee a ver un poco indignado. Lo golpeo si es así.

— ¡N-no! No fue a propósito pero no está bien de todas formas — Su voz era temblorosa. Dios, ¿Qué hicimos?

— No hay nadie que pueda juzgarnos, Itachi. Ni siquiera mamá y papá están vivos como para hacerlo.

   Él volvió a agachar su mirada. Estaba algo nervioso a consecuencia de todo esto. Supuse que se sentía abochornado así que decidí abandonarlo.

— Piénsalo — Fue lo último que dije e ingresé a casa otra vez.

Severe Revenge [SasuIta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora