Capítulo IX: Septiembre

268 42 17
                                    

5 de septiembre. 1 mes antes del atentado

   Desperté en un lugar completamente oscuro. Bueno, en realidad no desperté, ni siquiera sabía si estaba durmiendo pero abrí los ojos y simplemente me vi envuelto en un ambiente negro.

   No había nada pero, en unos segundos se formó un piso de cristal por debajo de mis pies. Presioné un poco para ver la seguridad y resistencia del material y cuando sentí que todo estaba bien, di un par de pasos.

   No vi un camino para seguir, no había nada pero solo continué hacia adelante. Al parpadear, por las paredes comenzó a aparecer grandes manchas de sangre al igual que en el piso. Y pronto vi como una puerta abrirse dejando entrar luz, una gran luz blanca.

   Estaba encandilado, tuve que cubrir parte de mis ojos porque no soportaba ese nivel de intensidad pero, continué caminando. Cada paso que daba, sentía como mi cuerpo era comprimido, especialmente mi corazón. Sentía que algo andaba demasiado mal y esa sensación se sentía tan real que me descomponía. 

   Luego de unos minutos que parecían infinitos, llegué a la puerta. Sentía miedo pero, debía seguir así que solo entré.

   Y cuando abrí mis ojos, me encontré parado en la cocina. Pero... no era la cocina de siempre.

   Tazas, vasos, los platos de cerámica y vidrio estaban tirados por todo el suelo, quebrados en miles de pedazos. Las puertas de la alacena estaban colgando, fuera de su lugar. Una parte de las conservas que hice con Itachi estaban por el suelo o pegadas en la pared, manchando todo.

   Y en especial, había grandes manchas de sangre.

   No cabía el asombro en mí. Lo que se supone que era uno de mis lugares favoritos para estar estaba hecho trizas. Pero... ¿Por qué?  Debía averiguarlo. Comencé a caminar cuando instantáneamente se presentó un camino de sangre. No le había dado gran importancia hasta que recordé que  vivía con mi hermano y hasta ahora, ni siquiera había escuchado un solo ruido provenir de él.

   Sentí mi pecho cerrarse y formarse un nudo enorme en mi garganta. De la nada, sentí el sudor frío caer de mi frente y recorrer todo mi rostro para caer al suelo. Seguí avanzando pero ahora con las piernas temblando, rogándole a Dios o a cualquier ser supremo que no sea lo que yo pienso.

   Traté de ser lento. Pasé por las escaleras y el corredor que se dirigía a la sala de estar porque ahí es donde se concentraba toda la sangre. Y cuando llegué vi lo peor.

   Su cuerpo... estaba todo moreteado. Boca abajo. Repleto de aquel color carmesí que en unos segundos me dejó sin alientos ni palabras. Pero fue peor para mí ver su brazo extendido frente a la vitrina. Por mi columna pasó un escalofrío horrendo y  percibí un bajón terrible al pensar que intentó llegar al revólver que teníamos guardado pero que no alcanzó. Y terminaron por destrozarlo en el piso.

   Quise acercarme a toda velocidad cuando de repente comencé a ver todo borroso. Con desesperación, giré a ver hacia la derecha y encontré un papel que decía "Noviembre 07". Intenté leer lo que continuaba pero, para ese entonces ya no distinguía nada.

   Entonces, todo se oscureció.

   Escuché sus últimos latidos...

   Y desperté.

   Empapado en sudor, con el corazón que palpitaba a mil por hora y el cuerpo completamente tenso.

   Una pesadilla... O eso fue lo que pensé. Porque lo sentí más cómo un horroroso presagio.

   Me di vuelta en la cama inmediatamente y vi a Itachi durmiendo. Lucía como un ángel y lo más importante: estaba vivo y junto a mí.

   Pero nunca pensé que todo eso se iría por la borda.

Severe Revenge [SasuIta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora