Severe Revenge [SasuIta]

Capítulo XIV: Julio, el cumpleaños más triste

  22 de Julio. 5 meses antes de la venganza.

   11:30 pm. Minutos antes del cumpleaños de Sasuke.

    Asombroso. Bueno, desde cierto punto de vista lo era. Pensar que ya pasó otro año y pronto estaba cumpliendo otra vez era del alguna forma bastante increíble. 

   Pero no había otro punto positivo. De hecho, ni siquiera pensaba que eso que acabo de decir era algo genial.

   No, no había nada. Inclusive estaba solo. Le dije a Kisame que me dejara en paz, necesitaba reflexionar. Entonces, el fue a revisar su casa por unos momentos para luego volver. Cuestiones de seguridad, supongo.

   Con el pasar del tiempo pensé en varias cosas. Más que nada, en esta fecha. Me di cuenta de como todo cambió.

   "En serio, no soportaría el suicidio de Itachi. De todas formas, si no hubiera existido nunca lo hubiera sabido pero, me hace flaquear el hecho de que tenga sentimientos así de tóxicos".

   Eso fue algo que dije el año pasado para mi cumpleaños. Es muy interesante ¿O no?. Por un momento se me cruzó por la cabeza que el no estaría más aquí pero solo fue eso, un pensamiento. Y ahora se había cumplido sin siquiera esperarlo ni estar preparado.

   Sueno pesado. Seguro que si alguien habitara mi cabeza, estaría harto de ver como siempre pienso lo mismo una y otra vez. Lo repetitivo y deprimente que suelen ser mis pensamientos.

    Pero ¿Tú podrías dejar atrás algo así?

   Me encontraba en la cocina. Iba a preparar algún sándwich de atún para cenar y finalmente irme a dormir o quedarme despierto a altas horas de la noche reflexionando. O si tengo mucha suerte, jugaría con Kisame al poker para desvelarme.

    Abrí el refrigerador con la idea de comenzar y de inmediato vi algo que me llamó la atención.

    Se trataba de una torta algo desastrosa en conjunto con una pequeña nota. La crema a los costados de color blanca caía, su relleno se estaba saliendo y estaba desnivelada, torcida. Su decoración con chispitas era simple y habían otros detalles torpes.

   La saqué de ahí y la puse en la mesa para leer lo que decía.

"Feliz cumpleaños Sasuke"

   Reí un poco porque las letras de crema azul estaban torcidas. Pero, era un interesante gesto por parte de él. Volví al refrigerador para tomar la nota y comencé a leerla.

   "Sasuke:

De alguna forma intuía que ibas a querer estar solo, es completamente entendible. De hecho, por eso escribí esto y no te dije nada de la sorpresa. Así que te comentaré.
No soy el mejor chef, lo aclaré muchas veces pero hice esto para tí con todo el cariño que te tengo.
Sé que las cosas son difíciles. No soy idiota, se nota que estas muy intranquilo y perturbado, especialmente por las palabras de la doctora. No me sucedió nada directamente pero hasta yo me siento angustiado con tan solo verte y también saber lo que le sucedió a la persona que adoro con toda mi alma. No lloro e intento mantener mi humor porque no quiero ser otro problema, siento que debo ser fuerte. Entonces, no quiero imaginar como debes sentirte.
Pero ánimo, chico. No dejes que este sea el cumpleaños más triste de tu vida. Tú puedes.

Te quiero. Kisame".

   Al finalizar, simplemente doblé la carta y la dejé en la mesa mientras me sentaba. Y observé la torta por un largo tiempo.

   Ahora sí que no sabía como sentirme. Y si debía describirlo, me sentía con la soga al cuello.

   Lo común sería sentirse bien y querido, incluso agradecido. Pero, había un pequeño detalle que no se debería dejar pasar por alto y era que él no sabía lo que sucedía en esta casa. Ah, y que no me gustaba el dulce pero no iba a despreciarlo.

   A Kisame le había tomado muchísimo cariño. Después de todo, su presencia llegó a alivianar gran parte de mis pensamientos depresivos pero, de alguna forma cada vez que mencionaba a Itachi no podía evitar sentirme mal, culpable.

   Nunca le dije la verdad. No sabía si podría con eso. Estaba esperando a que lo sepa por su cuenta o con la mayor suerte, que alguien más se cruce en su camino pero parecía imposible. El seguía insistiendo.

   Era abrumador. Sentía que le estaba viendo la cara de idiota pero... Yo soy más egoísta. Creo que él lo sabe.

   A punto de ser las doce, tomé el mechero que habitualmente se encontraba en la cocina y lo encendí. Ni siquiera pensaba en gastar una vela. Y cuando ya era la fecha, simplemente observé la torta de reojo mientras soplaba para apagar la pequeña llama que había encendido.

   Feliz cumpleaños número dieciocho para mí.

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Perdón que actualice tan tarde. Las tareas virtuales no me dejan en paz pero pronto escribiré otra vez.

Prepárense porque el siguiente capítulo tal vez les alegre¿?

Solo eso, las quiero uwu💖