BROTHERS. »m.c & a.i

1- Tattoos & Red Hair.

—Recuérda, Ash. Cuando la profesora entre te levantas y le dices que somos nuevos, ¿si?

—¿Y si es profesor?

—Lo mismo.

—No. Si es profesora me levanto yo, y si es profesor vas tú.

—Es lo justo, creo.

Ashton sonrió satisfecho, su hermana a veces era muy distraida. En la puerta, en letra grande y visible, decía "KENDALL MONROE. CONTABILIDAD."

—¿Ashton?

—¿Si?

—Creo que sé lo que estás pensando, y Kendall es un nombre que puede usarse tanto para hombre como para mujer.

Ashton, sorprendido, abrió mucho los ojos y luego frunció el ceño. Kim rió; amaba cuando podía hacer que su hermano se confundiera.

—Mientes, Kim.

—¡Claro que no! Podría ser... eh... Kendall Jenner y Kendall Schmidt.

Él suspiró.

—Odio cuando eres así de cruel.

—Hey, cruel es bueno.

—¡En este caso no lo es! —Ambos rieron.

Ellos se sentían muy diferentes a los demás hermanos. La pasaban muy bien juntos; todos los chicos que conocían con hermanos querían matarse entre sí. En realidad, no era que Ashton no quisiera estrangular a Kim cuando se ponía insoportable hablando de sus libros, y no era que Kim no quisiera mutilar a Ashton cuando se ponía pesado hablando de deportes. Pero la mayor parte del tiempo, y cuando no les venía el instinto asesino, se querían y se cuidaban.

Por la puerta entró un hombre no muy mayor, pero sí muy apuesto. Llevaba un maletín negro, tan negro y pulcro como su traje. Apenas entró a la clase, desde la parte trasera del salón se escucharon algunos suspiros. Chicas con obvios problemas hormonales, pensó Kim.

—Kim. —Era Ashton. Su hermana no iba a responderle, ya que como todas estaba claramente embobada viendo al apuesto profesor. —Hey, boba. Kimberly. Kim. —La golpeó levemente en el hombro.

—¿Qué quieres? Estoy ocupada.

—Mirar hombres no cuenta como estar ocupada. Además, es profesor así que tienes que levantarte y hablarle tú.

—Oh Dios, es verdad. Con gusto.

Ashton rió mientras Kim se dirigía hacia el profesor.

—Eh. Disculpe.

El hombre se dio vuelta.

—¿Si? —frunció el ceño.— No la había visto antes aquí, ¿es nueva?

—Si, si. Eso venía a decirle. Mi hermano y yo entramos en la escuela... bueno, hoy, y quería preguntarle si... —el profesor hizo un gesto con la mano para que Kim dejara de hablar.

—Perdona, un segundo. —Suspiró, irritado.— Clifford.

—¿Qué?

Era la voz de una chica, provenía del fondo del salón.

—Ven aquí, por favor.

Clifford se levantó y fue junto al profesor. La chica tenía el cabello oscuro y la piel extremadamente blanca; un piercing en el orificio izquierdo de la nariz, un tatuaje en la pierna y quién sabe en dónde más. Llevaba puestos unos shorts rojos, una remera musculosa ajustada negra y una chaqueta de cuero. Tenía un collar con algo como una calavera, podría ser el logo de alguna banda, y los labios pintados de un rojo intenso. Ashton estaba viéndola y pensaba que era sexy, pero Kim pensaba que era puta. Es decir, ¿quién usaría un short tan corto sin ser puta?