Capítulo #33

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-Harry despierta! Debemos ir donde mis papás

-Uh?

-Arriba perezoso de mi amor. Hay que ir donde tus suegros, para que vean que no me has matado

-Lo haré si no me dejas dormir –Digo tapándome con la almohada. De repente siento unas manos subiendo desde mis piernas, pasando por mi trasero, hasta mi espalda, Anna se acuesta encima de mí y puedo oler su perfume, ella ya se bañó y se cambió, empieza a depositar dulces besos por toda mi cara cuando de repente jala la cortina, haciendo que toda la luz del sol, entre directo a mi cara.

-Párate!

-Porque no sigues con eso de los besos -Digo estirando mis músculos, resignándome a despertar ya

-Porque si sigo con eso, terminaremos haciendo el amor y mi madre nos invitó a almorzar, así que hay que salir ya. Más tarde lo hacemos

-Lo de los besos o el amor? –Anna se sonroja y se ríe, yo me muerdo el labio para reprimir una sonrisa

-Las dos cosas

30 minutos después estamos entrando a la casa de los papás de Anna, resulta que ella se pone su buzo negro clásico, después de cortarse ya que este es lo suficientemente largo para no dejar ver las marcas. Julia nos recibe con una sonrisa inmensa, dice que nos extrañó, las dos se ponen a cocinar, mientras yo recojo la ropa que me queda aquí. El almuerzo pasa muy agradable, Anna habla muy animada con Julia y ella habla conmigo, me pregunta sobre mis tatuajes y me dice algo que nunca creí escuchar:

-La verdad a mí no me gustan, soy muy chapada a la antigua y eso no era bien visto en mi época así que no me gustan. Sin embargo respeto mucho tú decisión, digo tienes uno que otro lindo, lo que me da miedo es que luego se arrepientan de eso, ustedes están muy jóvenes y eso dura toda la vida, así que no sé, es más lo que pueda pasar que otra cosa

Ese comentario me dejó fuera de lugar, Julia en realidad se preocupaba por mí eso es muy lindo y raro, yo creí que me odiaba pero no. Terminamos de almorzar y Julia sirve el postre, es arroz con leche, es realmente delicioso, seguimos hablando de la vida, Julia me cuenta cosas de la infancia de Anna, yo cuento cosas de la mía y de Londres, y secretamente estoy jodidamente agradecido con Liam y con Niall por meterme a esa academia de lenguas, no hablo español perfecto, pero me defiendo y entiendo más de lo que yo pensé, igual Anna nos ayuda a comunicarnos también.

De repente se escucha un ruido muy fuerte en la puerta y Ronald entra con mucha dificultad a la casa, él golpea las puertas y las paredes e inmediatamente recuerdo a mi papá llegando en esas mismas condiciones, al parecer mis demonios y los de Anna no son tan distintos. Julia suspira y su ánimo está en el piso, nada que ver con la mujer alegre de hace 10 minutos, ella pide disculpas y se va cerrando la puerta del comedor. Anna mira sus dedos y una lágrima se le escapa, rápidamente la seca, se levanta y me tiende la mano, recogemos lo que queda y nos vamos al cuarto. Cuando ya está todo empacado, Nos acostamos a ver televisión, y poco a poco me quedo dormido. 

Escucho un grito fuerte que dice “basta”, creo que estoy teniendo una pesadilla, cuando abro los ojos me doy cuenta que Anna no está conmigo, mas gritos y cosas rompiéndose me sacan lo que queda de sueño en mi cuerpo, salgo de la habitación y la puerta del comedor está abierta, me acerco a ella y en el cuarto de Julia y Ronald, están ellos y Anna peleando, gritando. Hay adornos por todos lados, Julia está llorando y tiene algunos golpes y heridas en el rostro y en los brazos por lo que alcanzo a ver, Anna está muy enfadada, está gritando con Ronald.

-Tú nunca estuviste, siempre para ti fue más importante todo, más que tu familia, más que yo o que ella, porque ahora te las vienes a dar de bueno y de que nos amas. Los sentimientos se demuestran o no se sienten. No hay más que hacer.

-Lo dice la persona que va a dejar todo esto, toda su vida y su familia por un pendejo que acaba de conocer y lo único que quiere es tener sexo hasta cansarse y luego largarse y dejarte sola. Así es como vas a estar el resto de tu vida, sola. Porque yo no te quiero en esta casa, y mucho menos a ese hijo de puta.

-Él que tiene que ver en todo esto. Es mi vida y yo decido sobre ella no tú. Y te recuerdo que esta casa es de mi mamá así que el que se tiene que ir eres tú. –De repente Ronald toma a Anna del cuello, Julia grita y sin pensarlo salgo, empujo a Ronald, el me golpea y yo le respondo el golpe, todo lo que Anna me contó de él, todas las lágrimas que ella desperdicio en este hombre, todos y cada uno de sus insultos están siendo devueltos en cada golpe, Anna y Julia están gritándonos que paremos. Momentáneamente nos detenemos, los dos estamos sangrando, pero eso es de lo último que me doy cuenta, ya estoy afuera de la habitación y en un movimiento rápido Ronald cierra la puerta con llave, solo escucho los gritos de Anna y el primer golpe, pateo la puerta hasta que la rompo y sin pensarlo, lo golpeo tan fuerte que queda tendido en el piso, Anna corre hasta el baño de la pieza y abre la puerta, Julia sale la abraza y luego a mí, yo estoy malditamente enojado, la sangre me hierve, por un segundo pienso que maté a ese hijo de puta, pero luego empieza a vomitar, y sé que lo único que hice fue adelantar su coma por beber tanto (Lo dejó inconsciente, y como estaba tan borracho vómito y bueno, ya entendieron).

Anna corre a abrazarme y empieza a llorar desconsoladamente, la abrazo y abrazo a Julia, está es mi nueva familia y la voy a proteger. Cuando están un poco más tranquilas, me separo de ellas, cojo al pedazo de mierda de Ronald y lo pongo en la cama, saco a Julia y Anna de la habitación, ninguno dice nada. Tomo el  botiquín que Anna tiene siempre en la maleta de viaje, empiezo a limpiarle primero las heridas a Julia, su mirada está perdida, tiene el labio roto, un ojo modado, hematomas en todo en sus brazos y cuello y sale sangre de su nariz, luego sigo con Anna, ella solo me mira, es una mirada de agradecimiento y de amor, no comprendo cómo me puede amar luego de que casi maté a su papá, pero luego recuerdo que es un hijo de puta. Anna tiene hematomas en el cuello, el labio roto y morados en los pómulos. Luego de que Anna haya limpiado también mis heridas, Julia nos da un vaso de agua. Y por primera vez luego de los gritos y la pelea, alguien habla y soy yo.

-Julia los chicos y yo arrendamos un apartamento cerca de aquí, es mejor que te vayas con nosotros para allá, por lo menos mientras pasa todo esto

-No Harry, esta es mi casa, no la voy a dejar por él

-Mami, Harry tiene razón, lo mejor es que te vayas con nosotros, cuando él se haya ido, puedes volver, no quiero que lo veas otra vez en tu vida.

-No, esta es mi casa

-Julia, te prometo que Liam y yo y probablemente el resto de los chicos, vamos a arreglar todo esto, de verdad, no tienes por qué preocuparte más por esto. Cuando todo esté solucionado, puedes volver sin problema. Sobre todo cuando arregle la puerta. –Todos sonreímos, Julia suspira y dice

-Está bien, acepto, pero con una condición

-Cual?

-Luego de que todo esto se solucione y me compres una puerta nueva, los chicos y ustedes dos se vienen a vivir conmigo aquí

-Eso toca hablarlo con los chicos, pero por nosotros está bien

-Sí, no te preocupes mami, no te vamos a dejar sola.

Luego de empacar la ropa o bueno lo más importante, salimos para la casa de los chicos, Zayn y Louis son los únicos que están en la casa, apenas nos ven, corren a abrazarnos, me ayudan con las maletas y nos dejan solos, Julia se disculpa y pasa a la habitación de huéspedes y yo llevo a Anna a tomar una ducha y a dormir. Cuando ya está dormida, llamo a Liam a contarle todo y a decirle que necesito que me ayude, como era de esperarlo él me dice que sí, Louis y Zayn entran en la cocina y poco a poco les cuento lo que pasó. Y me doy cuenta de que ellos más que mis amigos son mi familia y que los amo mucho. 

Simplemente túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora