Simplemente tú

Capítulo #45 FINAL

-¿Hola?

-Hola hijo, ¿hiciste lo que te dije?

-Sí, papá

-Vale, recuerda que independientemente de lo que ella te diga, ella te ama y lo que sea que esté haciendo lo está haciendo porque te ama

-No estoy tan seguro de eso

-Pues yo sí, te amo, ve y conquista a esa chica, otra vez

-Desame suerte papá

-Suerte, pequeño

Luego de colgar con mi padre, respiro profundo y toco el timbre. Hace una semana que no vengo, hace una semana no veo a Anna, mi madre se fue hace 5 días para Londres, y si todo sale como yo quiero me voy esta noche con Anna. Eso espero. Pronto veo la silueta de alguien en la puerta, Julia me abre la puerta y la sorpresa inunda su rostro.

-Hola Harry, hace mucho no te veía

-Hola Julia, si bueno, desde que Anna me dejó

-Yo… yo tengo que irme a trabajar, así que confió en ti, solo no la alteres, ha estado muy tranquila y ha vuelto a hablar, no mucho pero lo hace

-No te preocupes, solo quiero arreglar las cosas

-Vale. Pásenla bueno y con mucho cuidado

-Si señora

Julia sale y yo entro, cierro la puerta y respiro profundamente otra vez. No quiero arruinar esto, así que me aferro al ramo de rosas que le compré a Anna y subo las escaleras, ella está viendo televisión, luce tranquila y se ríe de vez en cuando con las estupideces de los Simpson.

-Hola Anna –Ella inmediatamente se voltea, sus ojos son de sorpresa y de ilusión.

-Hola Harry –Su voz es un susurro

-Yo… umm… bueno, ¿Cómo estás? Te traje estas flores –Se las entrego, ella no toma las rosas, así que me acerco más y ella me responde

-Ahí voy ¿y tú?

-Extrañándote –Digo acercándole nuevamente las rosas

-Cierto, las flores, perdón –Ella se disculpa y las toma, cuando las ve frunce el ceño en confusión

-Son azules oscuras, las compré azules porque sé que no te gustan las cosas normales y corrientes –Ella me mira y se sorprende

-Gracias

-No tienes que darme las gracias, es un placer –Ella sonríe incomoda y sé que está esperando a que me valla. –Yo sé que no quieres verme, pero yo te amo y no podemos dejar que esto se acabe. No ahora

-Esto ya se acabó. Yo estoy muy rota, tú también lo estas y todo desde que yo aparecí en tu vida. Eres el culpable de todo lo que pasó por eso es mejor dejar todo así y seguir con nuestras vidas

-No Anna, eso no es así. Nosotros ya estábamos rotos desde antes de conocernos, mucho antes de amarnos, mucho antes de dolernos. Y a pesar de todo, te doy la libertad de culparme de todas las grietas que llevas. Solo no me dejes

-Lo siento

-¿Solo dime porque? ¿Dime que fue eso que hice? ¿Dime que pasó que no me dejas estar a tu lado?

-No me vengas con el cuento que no lo sabes. Joder, todo el mundo es consciente de eso

-¡pues yo no! –El volumen de nuestras voces sube cada vez más, nuestras respiraciones son aceleradas, estamos malditamente enojados uno con el otro y ninguno va a ceder.