Capítulo VI: Año escolar, reunión y problemas a la vista (Parte II)

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Llegaba tarde, no podía creerlo, pero si había puesto el despertador en el reloj de la cómoda de Lincoln, ¿cómo era posible que no hubiera podido oírlo?. Todas esas preguntas le taladraban la cabeza como si fueran piedras bajo el peso demoledor de aquella herramienta. Había desayunado a las prisas y eso podría hacerle daño, mientras que iba corriendo a más no poder para llegar a su práctica de baseball.

En el campo de entrenamiento, el equipo de Lynn permanecía a la espera y para algunos se les estaba terminando el tiempo. Necesitaban comenzar con o sin ella, pero fue entonces que Margo divisó a una cierta castaña pecosa que iba hacia el lugar, dando la señal para que todos fueran a sus puestos. Una vez que Lynn llegó hasta ella, ésta la miró bastante seria.

- ¿Se puede saber en dónde te habías metido, Lynn?. Hace más de una hora que te estábamos esperando.- Quiso saber la pelirroja, cruzada de brazos y con un cierto tono gélido en su voz, ya que había provocado dicho atraso con su equipo.

- Sí...Sí...lo...lo siento mucho...Margo...no volverá a pasar...Solo vamos a practicar y listo.- Se disculpó la deportista, mientras que iba tomando un respiro y tras salir de aquel agitamiento, fue a tomar su bate, guantes y su equipo de baseball para dar por comenzada la práctica.

Una vez que todos estuvieron en sus posiciones, Lynn se dirigió a los miembros de su equipo para discutir sobre los planes que tenían para esos días de suma importancia y más ante el "Campeonato Local" del fin de semana.

- Muy bien, escuchen: Los "Perros de Hazeltucky" son nuestro siguiente equipo por el "Campeonato Local", si los vencemos, pasaremos a las semi-finales y de ahí a la final. Quiero que hagamos unas ligeras modificaciones al plan: Margo, tú serás la primera en batear, luego irán todos los demás conmigo, ¿sí?.- Impartió la castaña aquellas órdenes, algunos se miraron con dudas, no podían cambiar lo que habían hecho hacia poco tiempo, pero no tenían más opción que esa.

- Muy bien, Lynn, estamos listas.- Respondió Anabella, una de las amigas de la joven.

- Excelente, ¡vamos, "Lobos de Royal Woods"!.- Animó la chica a sus compañeros y una vez pasado el mal momento, partieron hacia sus posiciones para dar por comenzado el partido.

Justo cuando se movieron hacia las bases instaladas allí, Lynn se detuvo un momento, ya que sentía como su cabeza se movía bruscamente, su visión se nublaba y unas misteriosas nauseas comenzaban a emerger desde su interior, agarrándose el estómago y cayendo de rodillas.

- ¡Lynn, ¿qué te ocurre?!.- Oyó la voz de Margo, la cual se volteó y corrió para auxiliarla.

- Nada, estoy bien, solo...solo vamos a nuestras bases, ¿sí?.- Respondió y tras normalizarse todo, comenzaron con el partido.

 ¿Qué estaría ocultando?. Margo miraba a su amiga y ésta parecía estar en buenas condiciones, un excelente rendimiento, buena salud, ¿qué pasaba entonces?. No lo sabían, pero cuando fueron a sus puestos, las cosas transcurrieron tranquilamente. Lincoln llegó a las gradas y comenzó a animarla a su hermana, mientras que ella se hallaba lista para batear. 

Uno de sus compañeros estaba listo, ella lo tenía en la mira, preparada para dar un gran "Home Run" con su bate de baseball, la vista clavada cual águila se enfoca sobre su presa, el lanzador estaba tomándose su tiempo, quería poner a prueba el temple de acero que tenía la castaña deportista y fue entonces que se dio la orden de lanzar la pelota, sin embargo, en esos momentos, la chica comenzó a sentirse que le faltaban las fuerzas a su cuerpo. Fue entonces que extendió su mano derecha, haciendo un gesto de que no hicieran nada, que todos se quedaran en sus posiciones pero terminó por utilizar su bate como un "bastón" para mantenerse en pie y, acto seguido, ella terminó por caerse contra el piso.

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