Capítulo VII: Erase una vez, en un día Viernes común y corriente

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"Común", palabra tan tradicional en todas las lenguas del Mundo. Podemos decirla cuando hablamos de una comida típica de nuestro suelo, del clima, de un equipo deportivo, de la ropa que vestimos cuando salimos a la calle o incluso de las cosas que nos rodean, porque nada está fuera de nuestro Plano de la Realidad. Nosotros formamos parte de este "elenco" que participa de dicha "obra" para así obtener el apoyo de la gente, de los espectadores. Ellos están ansiosos por saber qué clase de trama se desenvolverá para su vista, sin embargo, también deberán tener que poseer una paciencia de acero cuando quieran descubrirla. 

Era un Viernes, un día tan común y corriente como cualquier otro, uno en el que los chicos terminaban las clases y se iban a sus casas para descansar, mientras que otros se reunían con sus amigos para pasar el rato. Pero para otras personas, éstos tenían sus deberes que hacer, sobre todo si se trataba de un tema tan importante como ese "Concurso de Canciones Escritas", en los cuales Dimitri y Luna habían recibido dicho mensaje en sus celulares.

¿Quién podía ser aquel que los había vuelto a convocar?. No lo sabían, pero su respuesta la tendrían presente cuando llegaran hasta aquel "Auditorio de Royal Woods" y pasó a hacerse realidad durante el trayecto, en el cual charlaban tranquilamente sobre diversos temas de sus vidas.

- Jejeje, ¿sabes, Amor?. Cuando te conocí, creía que serías uno de esos "Visual Kei" que aparecen en las series japonesas que mira Linky, pero me equivoque. Aunque tienes un aire a ellos, sobre todo por el cabello.- Señaló Luna, mirando a Dimitri y comparándolo con dichos personajes.

- Jajajaja, puede ser cierto, Corazón, pero también tengo mi lado en la Madre Patria Rusa y eso es la balalaika junto a la guitarra "Fujigen" que tengo en mi casa.- Respondió Dimitri y tocó la nariz de su novia y luego sus cabellos, mientras que cargaba consigo aquel instrumento suyo.

Justo cuando iban pasando por allí, la pareja se topó con Gloom y sus amigas, siendo la primera que discutía algo con sumo secreto entre ambas, siendo oída una sola palabra: "Lúckacs".

- ¿Qué estarán tramando ellas ahora?.- Quiso saber Luna al respecto y deteniendo su marcha. Las botas que tenía consigo emitieron un sonido breve contra el pavimento y se volteó para tratar de oír algo más de sus primas.

- Mencionaron a Lúckacs, nuestro ahijado, ¿por qué será?.- Se preguntó Dimitri con dudas sobre el "Príncipe Imperial".

-No lo sé, pero desde hace varios días en los que él no le perdona a Lemmy por lo que hizo.- Recordó la castaña y estaba en lo cierto cuando se trataba de que su ahijado no daba segundas oportunidades.

- A mí me aterró lo que le hizo: Le sacó el alma como si nada.- Recordó el castaño esa horrible escena durante la reunión familiar.

- Uffff, sí, yo también la recuerdo y aún me cuesta creer que haya podido hacer semejante cosa.- Mencionó su novia y continuaron caminando, ya que no les faltaban muchas cuadras para llegar.- ¿Crees que Lúckacs necesite ayuda?.

- No, él no es un demente, solo...solo...Ufff, no sabría decirte, Amor.- Dimitri se lamentó en no tener las palabras adecuadas que pudieran servir para averiguar cuál era el problema que atravesaba el "Príncipe Imperial", el ahijado de ambos y no era por motivos como abandono, tenía una bella familia que lo amaba junto a Natasha, los cuales eran inseparables, pero habían otros puntos con ese conflicto. De golpe, la castaña se detuvo en seco.- ¿Luna?.- Preguntó y fue hasta ella.

- Yo...Yo...Yo no sé si puedo hacer esto, Amor.- Dijo, ofreciendo sus disculpas por la cercanía en la que se hallaban. Dimitri caminó hasta ella y tocó sus mejillas con suavidad.

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