Capítulo XIII: Infeliz Cumpleaños

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Lola permanecía callada en su habitación, sus manos acariciaban sus piernas y tenía la mirada clavada en la lejanía. Por su mente transitaban tantos asuntos, tantas cosas que ella no podía comprender, pero había una pregunta que la azotaba repetidas veces y la ponía contra la pared. 

Se levantó de su cama y fue hasta la ventana, observando la lluvia que no paraba de caer, la charla de sus padres con Alexander y Leni seguía. Oyó los pasos de Dimitri y al verlo de esa manera tan triste, tan abatido, se le estrujó el corazón, por primera vez en su vida, la "Princesa" sintió pena por aquel ruso y reconoció a la culpable de todo esto.

- Luna, maldita puta traidora, ¡¿cómo pudiste hacerle esto a tu novio?! ¡¿Por qué?!.- Terminó ella por estallar y golpeó la pared con el puño cerrado, apretando los dientes y provocando que las lágrimas cayeran de los mismos, escurriendo su maquillaje.

Aquel golpe había llamado la atención de Lincoln, quien fue corriendo para su habitación y ver si todo estaba bien.

- Lola, ¿estás bien? ¿qué te pasó? ¿Me dejas entrar?.- Preguntó el chico desde el pasillo.

- ¿Eh?. Sí...Sí, Linky, pasa.- Le dio ella su permiso para entrar y éste abrió la puerta, topándose con la gemela que se estaba quitando el maquillaje negro de su rostro.

El albino caminó hacia ella, ésta permaneció callada pero no podía ocultar la rabia que sentía en su interior contra su hermana mayor. No había prueba más fehaciente que esa misma que tenía delante suyo. Antes, para el el chico, entrar en aquella habitación, significaba la muerte, a menos de que Lana se encontrara allí y pudieran compartir un rato entre hermanos, pero con Lola era todo lo contrario y hasta le causaba miedo ingresar allí. No tardó ni dos segundos y sus ojos volvieron a humedecerse por el dolor que estaba sufriendo en su interior.

- ¡Linky, no puedo más! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué, devuelta, debemos estar sufriendo?! ¡¿Qué hicimos de mal?!. Si dejamos atrás eso, ya no soy una mala hermana contigo ni con las demás, pero me cuesta mucho ver a nuestra familia, sobre todo a Dimitri, no quiero verlo así, no.- Estalló en lágrimas y el chico la abrazó con fuerza, sabiendo que debía ser fuerte, pero, entre todos los problemas que hubo, la única solución era esperar.

Esperar, sí, ese era el único método, pero ¿cuánto tiempo llevaría?. La "Princesa" rubia no paraba de empapar la camisa naranja de su hermano y éste no la soltaba, sabiendo bien que todo ese dolor estaba saliendo dentro de ella.

- Fui una mala hermana toda mi vida, ¿lo recuerdas?.- Comenzó a hablar y tener esos flashbacks, en los cuales siempre lo vivieron trataron peor, como si fuera una basura. Tantos eventos, tantos acontecimientos que le afectaron, sobre todo las mentiras de ella y sus "escenas de hacerse la víctima" y cuando le arruinaron repetidas veces sus sueños y logros.

Al principio, abrir esas viejas heridas significaban una cosa para Lincoln: Atraer el odio, pero se contuvo, ya era cosa del Pasado y no valía la pena seguir cargando eso en su familia. Ahora, toda la bronca estaba posicionada contra Luna por lo que había hecho y más al tratarse de que el cumpleaños del chico estaba a la vuelta de la esquina junto al de Lulu y el Abuelo Loud.

- ¡Él aprenderá que ningún Rey gobierna para siempre, solo la Muerte es Eterna!.- Escucharon la voz de Lúckacs, quien llegaba con el "Trofeo de la Feria de Ciencias", celebrando junto a su hermana Natasha Jr.

- ¡Tiemblen, Débiles, ante la llegada de su Fin! ¡Hemos triunfado sobre la escoria!- Añadió la rubia-escarlata, quien tenía un pañuelo empapado con la sangre de Lina y sosteniendo aquel premio con su hermano gemelo.

Lola y Lincoln se aproximaron para ver la llegada de sus sobrinos, quienes lanzaban aquellas proclamas bastante siniestras.

- Dios, los quiero mucho, pero cuando están en esa "Fase", me dan un miedo terrible.- Tuvo Lola que reconocer aquella parte oscura que tenían los "Príncipes Imperiales".

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