Historias Stony

Tonto

Steve era un hombre totalmente feliz.

Tenía todo.

Era el capitán del equipo de fútbol americano de la prodigiosa académia de shielf.

Tenia amigos con quién contar.

Apesar de no ser muy inteligente, tenía unas buenas notas.

Era guapo y con un gran físico.

Pero sobretodo y lo que más, lo tenía como un loco enamorado.

Era su hermoso novio Tony Stark.

Él era el mas codiciado en toda la academia, siempre estaba en boca de los demás, con buenos y malos argumentos hacia su persona y que decir con sus pretendientes, besando el piso cada vez que el pasaba, los maestros lo adoraban pero a la vez lo envidiaban.

Porque?

El era todo lo que podían pedir, inteligente, guapo, actractivo y rico, entre otras cualidades que hacían especial a su hermoso novio.

Le encantaba todo de él, su cintura, lo bajito y tierno que era, su inteligencia, su cabello, sus grandes ojos marrones, sobre todo aquellas regordetas y mullidas nalgas que se movían al compás de su caminar.

En verdad era un loco enamorado por su lindo y pequeño novio.

Hoy como todos los días fue a recoger a su lindo novio a su casa para tener una cita.

Tuvieron una velada de lo más espectacular en dónde se divirtieron viendo una película en el cine y para finalizar cenar unas hamburguesas a pesar de que no comía mucha comida chatarra al menos que Tony estuviera, no le podía decir que no a su lindo castaño.

En fin, iba de regreso a su casa cuando se le ocurrió mandarle un mensaje a su novio algo preocupado.

—Amor, ¿ya llegastes a tu casa? — mando el mensaje a los 5 segundos de mandarlo rápidamente recordó y volvió a teclear en su celular.
—Ay que pendejo
—si yo te fui a dejar jajaja

No era de decir grocerias ni menos por mensajes pero ahora sí se había pasado, claramente venía de dejarlo a su casa hasta se despidió de él.

Nego muchas veces mientras se reía y más al recibir una respuesta de parte de su novio.

—jajaja te amo tal y como eres, nunca cambies mi rubio tonto —

Después de enviar el mensaje Tony se recostó en su cama y sonrió enamorado, ya que si le preguntaban si su novio era un tonto, claramente contestaría un si y más al recordar ese mensaje pero con gusto añadiria que lo amaba tonto y todo, después de todo el era el novio de ese tonto.