Boyfriends ❝woosan❞

１８

Dos días desde aquel incidente y San era cada vez más dulce con Wooyoung a solas, aunque en público debía ser más cuidoso, le comenzaba a dificultar hacerlo.

San hablaba con Wooyoung por teléfono, ya que hoy el menor tenía libre y había decidido ir a visitar a su madre en vez de quedarse en la habitación todo el día, San sonreía al escuchar las quejas de Wooyoung.

— ¿San? — escuchó detrás de él, se giró sorprendido, viendo a un chico de cabellos castaños, quien parecía saber quien era el, pero San no a él.

— Sí, Choi San — Dijo viendo al chico con una sonrisa por cortesía, el rostro del chico se le hacía conocido, pero no lograba recordar donde lo había visto antes.

— Soy Wooseok — dio una breve pausa, sonriendole — yo quería hablar — dijo acercandose a San, el rubio vio la pantalla de su móvil, cortando rápidamente la llamada con Wooyoung.

— Oh, claro, ¿Necesitas algo? — la sonrisa amable característica de San no paso desapercibida por Wooseok, quien tomó una de las manos de San.

San miro confundido las acciones del chico, este lo arrastró por el pasillo hacía una sala en dónde no transcurría casi nadie a esas horas de la tarde.

— ¿Que pasa? , ¿Por que me traes aqu- —

— Me gustas San — lo interrumpió Wooseok.

San soltó un jadeo, estaba sin aliento, ¿Qué era esta confesión tan repentina?, ¿Quién era exactamente este chico?.

— ¿Es una broma? — preguntó a lo que él modelo frente a él soltó su mano con una arrogante sonrisa.

— ¿Parece una? — dijo alzando una de sus cejas brioso, San frunció el ceño. El teléfono de Choi vibraba bajo su bolsillo.

San lo tomó mientra sus manos temblaban levemente, torpemente vio la pantalla de su móvil; era Sammy.

— Debo irme, yo — miro al chico sin saber que decir — hablemos luego — dijo mientras su voz cada vez se debilitaba.

Wooseok asintió despidiendose del estilista para luego verlo desaparecer por el pasillo. Las intensiones de Wooseok eran bastantes claras, por simple curiosidad, Wooseok volvió a marcar a Wooyoung, quien le contestó bastante desconcertado, aún así lograba ocultarlo.