Intercambio

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(Sentadas las cuatro personas en el piso, con una fogata al centro, se pueden ver hablando. La curiosidad salta de las bocas de aquellos guardias que jamás vislumbraron cosa semejante: ¿"una persona libre"?)

Guardia 1- ¿Por qué haces esto?

Madre- ¿Comer? (dice irónicamente mientras saborea unas frutas silvestres que trajo la niña)

Guardia 2- (con sus ojos grandes de sorprendido) -¡No... que desertas... y con esa niña!

(madre e hija se miran como habiendo escuchado esto ya antes; sonriendo con los ojos)

Madre- No podríamos hacer otra cosa. (aciertan mirándose)

Guardia 1- ¿Cómo podemos llamarte?

(con cara y suspirando por tener que contestar algo difícil)

Madre -Yo (...) (interrumpida por su hija)

Nina- Ella es Madre, solo eso...

Guardia 1- Comprendo que no confíen en nosotros, pero... mira, yo me llamo Jose, él es Fidd (asintiendo con la cabeza mientras mira a las mujeres con ojos de clamar por confianza)

Fidd- ¡Nosotros no diremos nada!

Madre- (sacude su cabeza suavemente)
- Aunque quisiera decirles no podría.

Jose- ¿por qué?

(mirándose nuevamente, mientras comen, madre e hija)

Madre- Simplemente no podemos.
(dejan de hablar como ignorando el tema)

Jose- (boquiabierto) no entiendo, ¿qué tenemos que hacer para que confíes en nosotros?

Madre- Decidimos ayudarlos a salir de aquí. Apreciaríamos que nunca menciones nada sobre nosotras, sería lo único que pediríamos.

Fidd- (hablándole a su compañero) Creo que debemos respetar su requerimiento en agradecimiento.

Jose- Si... (un si un poco vago, lleno de decepción)

- Pues, dinos, ¿cómo salimos de aquí?

Madre- Primero, debes hacernos un favor...

Jose- Si, cualquier cosa.

Madre- Debes decirnos cuanto tiempo queda para el cambio de "mita"...

Fidd- (Pensantivo) Creo que seis lunas nada más. (dice esto mientras cuenta con sus dedos)

Madre- ...¿Están seguros de eso?

Jose- ¡Si. Esta es nuestra vida entera!

(se levanta la Madre de la niña y así se levantan todos tras ella)

Madre- ¡Vamos entonces! Les mostraremos, vamos salir. (recogiendo el arma y apagando el fuego)

(Caminando los guardias detrás de ellas las siguen como a una hora de camino. Al llegar cerca del final del bosque Jose les pregunta:)

Jose- ¿Entonces, me devuelves el arma, por favor?

Madre- No. La dejaré en el bosque.

La Pax De las Dos Coronas (Libro #1): La Guerra EscondidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora