Mientras tanto en la guarida de Akatsuki, los mayores se encontraban sentados en el frío piso muy concentrados en sus asuntos.
El artista arreglaba el brazo de su pesada marioneta humana, Kisame limpiaba a samehada y de vez en cuando le daba una caricia, Kakuzu contaba el dinero de las últimas misiones pero por alguna razón sentía que le faltaba una parte.
Fue el pelirrojo quien rompió con aquel silencio.
-Esos mocosos se están tardando demasiado- dijo Sasori con el ceño fruncido.
El espadachín miró a su compañero con una sonrisa.
-No debe ser nada fácil perseguir a Tobi, la especialidad de esa gallina es huir- le contestó Kisame recordando como en las misiones el chico de la máscara solía correr a toda velocidad.
-Vamos, ¿que tan difícil es atrapar a un inútil como él?- el ex ninja de la arena estaba perdiendo la paciencia, detestaba esperar.
Kakuzu solo escuchaba sin dejar su labor.
-¿Por qué te desagrada tanto Tobi, Sasori-san?, yo lo considero muy gracioso- admitió el más alto.
-Solo no le veo un propósito, no aporta nada a la organización, no se porque los líderes se empeñan tanto en protegerlo- era más que obvio que el experto en venenos detestaba la presencia del chico enmascarado.
Kisame estaba a punto de hablar cuando de repente Zetsu apareció al lado de los renegados.
-Traigo noticias sobre sus chicos- dijo Shiro con una pequeña sonrisa.
Los mercenarios lo miraron atentos.
-Tobi escapó otra vez, la misión tardará más de lo esperado- esta vez hablo Kuro.
-Bola de idiotas- suspiró el moreno.
El pelirrojo rodó los ojos con fastidio sacándole una risa al ex ninja de la niebla.
-No se molesten tanto, incluso Itachi tiene problemas para ubicarlo- aclaró Zetsu.
Eso hizo pensar a los presentes, ¿acaso Tobi tenía habilidades ocultas?, ¿o cómo era capaz de evadir aquellos ojos benditos?.
De golpe el tesorero se levantó llamando la atención de sus compañeros.
-¿Qué pasa Kakuzu?- preguntó el marionetista.
-Me hacen falta 20,000 ryô, iré a buscarlos a mi habitación- dijo Kakuzu extrañado, habría jurado que el dinero estaba completo.
-No creo que los encuentre- susurro la extraña planta sonriendo incómodo, recordando como esa noche en el festival, Deidara y Hidan se gastaron una absurda cantidad de dinero en comida, juegos y dulces.
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El moreno ya en su cuarto empezó a esculcar los cajones y cuando abrió el tercero vio una hoja casi en el fondo.
-¿Qué es esto?- tomó el papel y sin dudarlo lo abrió.
"Que fea letra, debe ser de Hidan"
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Regresando con los renegados, los cuales seguían hablando con el espía de Akatsuki.
-Jajajajajajaja, ¿en serio?, ¿a la playa?- se reía con fuerza el tipo de piel azul.
-Eso suena tan Tobi- el pelirrojo hizo una mueca de fastidio.
-Hubieran visto la cara de Dei- las palabras de Zetsu quedaron a medias al ver como cierto avaro caminaba hacia ellos envuelto en aura asesina.
-¿Qué-Qué pasa Kakuzu?- hablo Kisame tratando de controlar su risa.
El moreno paró en seco lanzándole una mirada terrorífica al espadachín.
-¿Qué pasa?, te dire que es lo que pasa, el idiota de mi compañero se atrevio a robarme una gran suma de dinero-
Un escalofrío recorrió el cuerpo de aquella extraña planta, definitivamente debía irse antes de que el mayor explotara.
-Zetsu, guíame- le ordenó el tacaño.
El hombre de dos colores asintió rápidamente para después caminar hasta la salida.
-Kakuzu espera, no puedes irte, Pain nos ordenó quedarnos en la base hasta nuevo aviso- dijo Sasori con una ceja levantada, a veces le sorprendía como su compañero se dejaba mandar por la ira.
-No me importa- y asi salio de la base.
Hubo un momento de silencio hasta que Kisame empezó a carcajearse.
-Esto no me lo pierdo- sonrió el tiburón para ponerse de pie y seguir al avaro.
-¿Tu también?- soltó el marionetista.
-Vamos Sasori-san, no es la primera vez que desobedecemos una orden, no pasara nada-
El pelirrojo pensó un momento y cerrando los ojos también se puso de pie.
-Bien, pero solo porque ya me canse de estar esperando-
Aquí les traigi el capítulo nwn❤✨❤✨❤✨❤✨❤✨❤✨❤ espero les guste.