Los renegados seguían en el interior de la cabaña, el primero en despertar fue Kakuzu, el cual se levantó de su lugar para ver que el resto de los miembros seguían acostados, a excepción de Sasori que vigilaba la ventana.
-¿Aún no hay señales de los dueños?- preguntó el moreno.
-No y es extraño, si alguien vivía aquí, ya debería haber aparecido, pero parece que estamos solos- explicó el marionetista.
-O tal vez alguien se encargó de ellos- comentó Kisame mientras se incorporaba.
-¿Creen que lo hizo Tobi?- soltó el pelirrojo recargándose en la pared.
Kakuzu frunció el ceño para luego pasar su vista hacia el espadachín.
-No me sorprendería, ese chico es muy infantil, pero no deja de ser un ninja clase S, nos parezca o no, Tobi es igual a nosotros- sentenció el hombre de piel azul.
-Aun así no comprendo su estúpido juego, hasta ahora solo nos ha llevado de un sitio a otro, comienza a fastidiarme- admitió el experto em venenos.
-Oh vamos, este viaje ha sido algo divertido- sonrió Kisame haciendo enojar al castaño.
-Si tú lo dices- Kakuzu camino hasta los menores dispuesto a despertarlos.
El moreno sacó varios hilos de su cuerpo y sin algún tipo de delicadeza los sujetó de los tobillos, para así elevarlos un poco haciendo que estos cayeran al suelo golpeándose las caras.
-¡DOLIÓ!- gritó el jashinista sujetando su nariz.
-¿¡Y ESO POR QUÉ FUE, HM!?- el artista estaba en las mismas condiciones que su amigo.
Por otro lado el portador del sharingan, solo desvió la mirada, no quería admitir que esa acción por parte del avaro lo había tomado por sorpresa, al punto de no evitar la caída.
-¿Cuánto tiempo pensaban descansar?, tenemos que movernos, el estúpido de Tobi podría estar cerca- dijo Kakuzu ignorando las quejas de los chicos escandalosos.
Tras unos minutos todos los miembros de Akatsuki se habían alistado para salir nuevamente al frío.
Apenas habían puesto un pie en la nieve cuando otra presencia los interrumpió.
Se quedaron quietos para ver cómo de aquella superficie helada salía Zetsu.
-¿Ahora qué quieres?- preguntó Sasori.
-Lamento si interrumpimos su hermosa mañana, pero los líderes los están buscando- soltó Shiro con una pequeña sonrisa en su rostro.
-Kisame, Kakuzu y Sasori deben de volver a la base, es urgente- habló Kuro.
Los mayores soltaron uno que otro sonido inconformes por esa desición, pero debían obedecer a sus superiores.
-Bueno, tenemos que irnos, suerte con su misión- dijo el más alto divertido por las caras de los menores.
-¿¡Ehhhhh!?, ¡no pueden dejarnos así!, ¿¡como se supone que atrapemos a ese pagano de mierda!?- Como siempre el jashinista se dedicaba a hacer un gran escándalo.
Pero de la nada una mano aterrizó en la cabeza del creyente.
-Estoy seguro de que ese mocoso dejó alguna pista por aquí, lo encontrarán, estoy seguro de eso- dijo Kakuzu acariciando el cabello del fanático.
Hidan se ruborizó un poco por aquella muestra de afecto, de algún modo logró controlarse para no quedar mal con el resto de los miembros.
El pelirrojo sonrió para después entregarle al rubio unos extraños sellos.
-Si llegan a estar en problemas y Zetsu no está cerca, usa esto y vendré enseguida-
Deidara le regresó el gesto guardando el regalo de su maestro.
-Gracias, Sasori no Danna, hm-
-Cuidate- el pelirrojo se despidió de su estudiante para luego seguir a la extraña planta.
Kakuzu al ver la acción del marionetista, dejo al creyente para también ponerse en marcha.
Itachi le dio un pequeño empujón al ex ninja de la niebla, indicándole que ya era hora de irse.
-No te esfuerces demasiado, Itachi-san-
-Nunca lo hago-
Esa frase le sacó unas risitas a Kisame, dándole a entender que estaría bien.
Y así los mayores se retiraron junto con el sujeto de dos colores.
-Bien, sigamos con nuestra misión- dijo Itachi examinando el exterior de la cabaña.
Los tres ninjas llegaron a la parte trasera de esa instalación de madera, notando unas huellas, pero no eran normales, estaban teñidas de rojo.
-¿Es sangre?, hm- preguntó el artista algo confundido.
Hidan se arrodillo para tocar esa sustancia y en efecto, se trataba de sangre.
-Veamos hasta dónde nos llevan- comentó el Uchiha notando que no eran las únicas.
Siguieron el rastro hasta dar con una caja café y a su lado los esperaban tres trineos.
El religioso abrió el paquete y de él sacó gorros, bufandas y guantes. Ninguno dijo algo sobre las prendas, estaban más que agradecidos por poder cubrirse de aquel clima.
-¿Y ahora se supone que debemos deslizarnos por la montaña?- comentó Hidan acomodandose la ropa.
-Debemos de hacerlo, de otro modo perderemos el rastro de ese inútil, hm- dijo Deidara subiéndose a su transporte.
Cuando los tres estaban en sus posiciones bajaron a toda velocidad, los menores sonreían, la verdad es que se estaban disfrutando.
Al llegar hasta abajo casi chocan con tres muñecos de nieve, que tenían como adorno la máscara del chico infantil.
Bajaron de sus trineos para también observar las miles de bolas de nieve que reposaban en el suelo.
Itachi le quitó la máscara a uno de ellos y como era de esperarse, había una nota dentro.
"Están muy cerca de su destino, sólo deben de seguir compitiendo, dentro aquellas esferas heladas, una nueva pista les aguarda, no traten de usar explosivos u objetos punzantes, porque solo lograran que la información se dañe"
Los quiere: Tobi
-Ese maldito, tendremos que aplastar cada una de ellas, hm- dijo el rubio cruzando los brazos.
Sin poder evitarlo Hidan sonrió de forma traviesa.
-Yo tengo una mejor forma de abrirlas-
-¿En serio?, ¿y como- entonces una de esas bolas chocó contra el rostro del rubio, lo que provocó que esté cayera de espaldas.
-¡Esto es guerra!- el fanático quiso atacar al Uchiha pero este se colocó detrás de los muñecos.
-¡DATE POR MUERTO, ESTÚPIDO DESCEREBRADO, HM!- Deidara se levantó dispuesto a contraatacar.
Quedan 2 capítulos para el final nwn❤✨❤✨❤✨❤✨❤✨❤ ✨❤espero les este gustando la historia.