🥀 ᥴᥲρίtᥙᥣo 6 🥀

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   El Gran Comedor brillaba más que nunca y en los platos dorados se reflejaba la luz de las velas que flotaban en lo más alto del techo.

   El lugar parecía estar atascado de gente, cuando en realidad solo habían unas dos docenas más de estudiantes que de costumbre. Los de Beauxbatons parecían algo disgustados, mientras que los alumnos de Durmstrang se veían más bien interesados. Pero uno de ellos, uno en específico no parecía interesado en ver los platos dorados que estaban frente a él, como hacían algunos de sus compañeros. Ese chico, en cambio me veía a mí con una sonrisa, la cual devolví. Era extraño ver de nuevo esa sonrisa, era como volver en el tiempo. Y ciertamente, él había cambiado demasiado desde entonces, su rostro ya no era el de un niño de 11 años. Él era mucho más alto y a pesar de llevar el grueso uniforme de su escuela, se le podía notar su buen físico, podría decirse que había cambiado totalmente de no ser por eso, por esa forma tan confiada de sonreir.

— ¡Creí que nunca llegaría este momento! —exclamó Andrea exageradamente, limpiando una lágrima falsa de su rostro.

— ¿De qué hablas?

— Nunca creí que te gustaría alguien.

— No me gusta nadie —respondí confundida—. Pero si vas a empezar de nuevo con tus bromas sobre Malfoy...

— ¿A quién le importa Malfoy? Estoy hablando del chico de Durmstrang —dijo señalando hacia la mesa de Slytherin, donde se habían sentado.

— Él no me gusta —aclaré.

— ¿Entonces por qué lo miras como si fuera un pedazo de carne? —preguntó levantando un ceja.

— Andrea, él es Alex —respondí rodando los ojos.

— ¿Alex? —preguntó, volteando a ver al chico— ¿por qué nunca me dijiste que esta tan guapo?

— ¿No habías dicho que te gusta el de Hufflepuff?

— Si me gusta Cedric pero no estoy ciega —dijo, sin despegar la vista del chico. Minutos después su mirada seguía en él, aunque Alex no parecía notarlo.

— Habiendo tanta comida en tu plato, prefieres comerte a Alex con la mirada —dije, en tono cansado.

— ¿Y dices que no te gusta? —preguntó.

— No me gusta, es solo que...

— Que soy una puta y no quieres que juegue con él —interrumpió. Y se que está mal porque es mi amiga, pero prácticamente me leyó la mente.

— Yo no dije eso —aclaré.

— Pero es la verdad, y no me molesta que lo pienses. El problema es que cuando un hombre está con muchas chicas, a pocos les parece mal, pero cuando se trata de una mujer todos se alborotan como si fuera lo peor del mundo.

  No pude negarlo, tenía razón. Seguí comiendo en silencio por un rato, miré a los estudiantes de Beauxbatons sentados en la mesa de mi casa, todos parecían disgustados como si los hubieran obligado a venir a Hogwarts. Cuando deje de verlos, dirigí mi mirada hacia la mesa de Slytherin y me dispuse a hacer algo que hacía mucho ultimamente: ver si Malfoy se porta bien, como si fuera un niño de 5 años. Él estaba sentado platicando con Viktor Krum, aunque su mirada no estaba dirigida hacia él, en realidad veía al resto de los estudiantes de Durmstrang, con desprecio.

  Los aplausos de los alumnos me sacaron de mis pensamientos. Sin darme cuenta, Dumbledore había comenzado a hablar.

— Los señores Bagman y Crouch han trabajado sin descanso durante los últimos meses en los preparativos del Torneo de los tres magos —continuó Dumbledore—, y estarán conmigo, con el profesor Karkarov y con Madame Maxime en el tribunal que juzgará los esfuerzos de los campeones.

Only You || Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora