🥀 ᥴᥲρίtᥙᥣo 5 🥀

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  Salí cojeando del aula de Defensa Contra las Artes Oscuras. Esta sin duda había sido la clase más agotadora que había tenido, aún contando Cuidado de Criaturas Mágicas en las que el profesor Hagrid nos hacía cuidar de una extraña especie que podía quemar, picar y morder a la vez.

  El profesor Moody, no satisfecho con hacernos ver como aplicaba las maldiciones imperdonables a tres arañas, tomó la excelente decisión de hacer lo mismo con nosotros: lanzarnos la maldición Imperius a cada uno.

  Que no se malinterprete, me parece bien que podamos estar listos para cualquier cosa que nos pueda pasar en el exterior. Pero es que al ser la única, junto con Potter, en resistirse a la maldición imperius, Moody se empeñó en repetir una y otra vez la maldición hasta que lográramos resistirnos a ella completamente. A Potter le tomo cuatro intentos más. Y en cuanto a mi, solo diré que nunca creí amar tanto el sonido de la campana al finalizar una clase.

— No debería usar maldiciones con los estudiantes —dijo Luna, con su típica expresión serena, aunque esta vez podía ver algo de preocupación en sus ojos.

— Dijo que Dumbledore estaba de acuerdo —respondí encojiendome de hombros. Por fin el dolor que antes recorría todo mi cuerpo comenzaba a desaparecer—. Además, no me molesta tanto, iba por la tercera vez cuando sonó la campana.

— Pues yo creo que es excelente que no solo se centre en la teoría —replicó Andrea—. Así cuando alguien pretenda hacernos daño o controlarnos, no lo logrará por que el profesor Moody hizo un excelente trabajo.

— No creo ser tan interesante como para que alguien quiera lanzarme una maldición, pero debo admitir que tienes razón.

— Pero hacerlo es ilegal, lanzar una maldición imperdonable a una persona te lleva directo a Azkaban con cadena perpetua —explicó Luna.

— Luna, digas lo que digas, no vas a lograr que Andrea baje al profesor Moody del pedestal en el que lo tiene —dije al ver que la azabache habría la boca para replicar de nuevo.

— No hay ningún pedestal, él hace un increible trabajo y yo lo reconozco. Y aunque ustedes no parecen notar que el profesor Moody es una leyenda viviente yo sí —dijo Andrea, con aire ofendido.

— Si él estuviera aquí se sonrojaría —bromeé. Ella rodó los ojos—. Era una broma. Es solo que lo defiendes, lo halagas... creo que estás enamorada.

— ¡¿Qué?! —exclamó Andrea. Luna y yo comenzamos a reír al ver su expresión—. Muy graciosa, _______ —dijo con sarcasmo.

  Llegamos al vestíbulo que daba al Gran Comedor, el cual nuevamente estaba abarrotado de alumnos. Aunque no había ningún hurón botando en el aire. Esta vez, los estudiantes estaban arremolinados alrededor de un gran letrero. Traté de leer el cartel desde lo lejos sin mucho éxito, después escuché a un chico pelirrojo a lado mío leer en voz alta:

TORNEO DE LOS TRES MAGOS

                 Los   representantes   de
            Beauxbatons y Durmstrang
            llegarán a  las seis en punto
           del  viernes   30  de  octubre.
           Las clases se interrumpirán
           media hora antes.

                 Los estudiantes  deberán
            llevar sus libros y mochilas
            a los dormitorios y reunirse
            a  la  salida del castillo para
            recibir a nuestros huéspedes
        antes del banquete de bienvenida.

Only You || Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora