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Giyū Tomioka aprendió que salir durante día de San Valentín era como una batalla

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Giyū Tomioka aprendió que salir durante día de San Valentín era como una batalla. En vez de utilizar espadas para matar a sus enemigos, más bien usaban palabras empalagosas o acciones para ganar la batalla.

Ahora Giyū miraba la situación desde la ventana de su habitación. Sus amigos —según tenía— habían salido a comprar algo para comer ya que Giyū se negó a ir por temor a quedar rodeado de chicas llevando alfajores o bombones.

No quería pasar por una situación así desde la última vez que decidió comprar una botella de agua a la tienda Jūni kizuki —Doce Lunas— de Muzan Kibutsuji. Este hombre era peor que Tengen Uzui, coqueteando con toda mujer que fuera a comprar allí, incluso con adolescentes hormonales que iban a leer algunos mangas en la librería junto a esta tienda; la librería Ki-satsutai, conocida como Asesinos de demonios o para mejor comprensión, la tienda Pilares de Kagaya Ubuyashiki.

Por poco no perdió los brazos de no haber sido por Shinobu que lo sacó de allí sin pagar la botella de agua que fue a comprar. Aunque, sin embargo, Muzan no dijo nada al respecto porque estuvo más centrado en coquetear con el dueño de la librería Pilares.

Por esta razón es que Giyū prefiere no salir durante el 14 de febrero. El amor era algo peligroso, incluso el sabor de la nicotina que había dejado atrás, pero que ahora no pudo evitar regresar, lo estaba matando.

Abajo, en el parque de la ciudad, observó a un pequeño grupo de adolescentes detenerse delante de la fuente Pilar de Agua, una fuente hecha por un constructor famoso en el área. Giyū expulsó el humo mientras observaba desde la gran ventana.

Podía ver a un muchacho de cabellos rubios agitar la mano en dirección a la tienda Doce Lunas, lugar del demonio seductor Muzan. A su lado, un pelinegro saltaba como niño pequeño al que le habían dado un regalo en Navidad. Mientras que el tercer muchacho estaba parado allí mirando el agua salir del cuervo escupiendo agua en el centro de la fuente.

Giyū caló del cigarrillo sin perderse la discusión bajo su mirada. Reconoció el uniforme de la escuela cercana, una que estaba a unas calles de su departamento y en la que él prontamente debía dar clases.

Entonces, vio en la distancia a Shinobu y Uzui cruzar la calle, dirigiéndose exactamente al lugar donde aquellos muchachos discutían.

Uzui fue el primero en acercarse, pero este fue directamente al lado del chico rubio, pasando el brazo alrededor del muchacho y diciéndole algo en el oído, que provocó al chico tomar distancia.

Shinobu, por otro lado, conversó con el chico de cabello marrón cobrizo y luego apuntó hacia arriba. Los ojos del joven siguieron el dedo de Shinobu hasta hacer contacto visual con Giyū.

Mierda...

Rápidamente corrió las cortinas para ocultarse de los ojos ajenos. El cigarrillo había caído bajo sus pies, y tuvo que aplastarlo con el pie para no incendiar el lugar y acabar en el hospital.

Miel Derramada » GiyuuTanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora