—¡Jennie! —Lisa exclama con alegría mientras abre la puerta y se lanza hacia la chica para abrazarla y estamparle un beso en los labios.
— Lisa, bebé... Te extrañe mucho. —comenta, abrazándola.
—Yo más, por favor no te vuelvas a ir de viaje. —Le dice mirando sus ojos rasgaditos.
—Es por trabajo... —murmura delicadamente mientras baja sus manos por la cintura de la joven—, ¿por qué no me recibes apropiadamente? —Da un apretón a su cadera y continúa jugando con sus dedos.
El juego previo empezó, la beso con parsimonia, cerró la puerta a sus espaldas con su pie y la guio a la cama, donde la recostó y continúo besándola hasta que los lascivos ojos de Lisa le pidieron más.
Se apresuro en quitar toda la ropa de su contraria, ganándose varios gemidos y jadeos tortuosos para ella. Hizo lo mismo con la suya, lento, dejando que Lisa disfrute un poco. Luego, se subió encima de ella y empezó a frotar sus caderas contra las de Lisa.
Lo hacía rápido. Ambos clítoris se frotaban entre sí y para Lisa era putamente satisfactorio tener a la sexy Kim Jennie encima de ella. Podía estar traicionando a Jimin, pero Jennie la hacía sentir en las nubes.
—¿Se siente bien? —pregunta Jennie mientras aprieta el seno izquierdo de Lisa en su mano—. ¡Pregunte si se sentía bien!
—¡Ah S-si! ¡Más! M-más!
Lisa alzaba las caderas en busca de tener más contacto con el amor de su vida. Y ella lo hacía también, los cuerpos se fundían en uno solo cuando hacían el amor.
Oh eso era lo que suponía Lisa que hacían.
Los pequeños y casi imperceptibles espasmos comenzaron a presentarse en el cuerpo de Lisa. El orgasmo de esta estaba cerca y Jennie lo noto. Se movía lento, torturándola. En consecuencia, Lisa se movía desesperada en busca de más, quería sentirla más cerca. Lloriquea un poco y ella beso aquellos lindos labios.
—Te haré sentir bien... —Jennie besa el pezón derecho y baja por el plano abdomen de la contraria.
Succiona en el ombligo, llegando a la mojada entrada. Lisa siente la respiración de Jennie en su abierta y dilatada entrada, la lengua... Aquella gloriosa lengua tomo un poco de Lisa y lo saboreó. Arquea la espalda fundida en el placer que la lengua de Jennie le provocaba.
Embestía con su lengua y se ayudaba con los dedos, acariciaba los muslos interiores y cuando Lisa estaba a punto de correrse, Jennie la beso y Lisa termino en sus dedos.
Ella los lamió fijando su mirada en las dulces expresiones del rostro de Lisa, desde sus sonrosadas mejillas y su boca entreabierta. Lisa la besa con necesidad. Baja por su abdomen, con intenciones de darle placer.
—Me corrí con los dedos, duérmete. —Jennie palmea a su lado y Lisa le sonríe y besa la punta de su nariz.
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