Esta hermosa historia llega a su final, quise poner todo mi corazón en este capítulo, primero por qué es el final, segundo por todo el apoyo que me dieron. Por los hermosos comentarios y por los votos. Desde el fondo de mi corazón, muchas gracias ❤️
Narración normal
El azabache sonrió al ver el brillo en esos ojos verdosos, lo sabía con tan solo verlo, estaba ansioso por besarlo, pero se decía a si mismo que sería divertido verlo rogar por eso, sin embargo el tampoco podía hacerle caso omiso a su propio deseo. Así que sin esperar ni un segundos más, junto sus labios con los contrarios en un beso cálido y tierno, trasmitiendo así todo lo que sentía. El albino no se quedó atrás, y abrazo el cuello del contrario acercándolo más a el, lo había deseado desde que lo beso la primera vez, y la sensación seguían siendo el mismo paraíso para él. Se separaron por la falta de aire, y se miraron con una hermosa sonrisa.
—Lo estuve esperando mucho tiempo, Asta— dijo sonriendo el azabache—. Y ahora, por fin puedo hacerlo todo el tiempo que quiera. Porque finalmente, eres mío.
—Y tu por fin también eres mío, Yuno bastardo.
Yuno sonrió por eso, era más que obvio que Asta jamás cambiaría, pero de ese enano gritón y musculoso se había enamorado el, no quería que cambiará por nada en el mundo. Asta por el contrario estaba tan feliz en su mundo que no le interesaba nada más, era un momento perfecto, estaban ellos dos solos, y por fin se habían confesado, ese era el comienzo de su vida juntos, una vida que sería genial.
—Bueno, lo importante ahora es que podamos contarle a los chicos sobre lo nuestro. Seguro se pondrán muy feliz— dijo Asta sonriendo.
—Menos una persona. Pero supongo que sigues siendo tan cabeza hueca que no lo notaste ¿Cierto?
—No entiendo— dijo el más bajo mirándolo con un cada tierna—. ¿A qué te refieres con eso?
—Sabía que lo entenderías— dijo Yuno—. Pero te lo diré, porque sé que si nadie te lo dice no lo sabrás nunca. Tu amigo, Leopold está enamorado de vos. Le gustas Asta. Y es muy notable así que no digas que es mentira, todos lo sabemos.
El albino miró sorprendido a su ahora novio, no había pensado jamás en la posiblidad de que Leo estuviera enamorado de él, pero la forma en la que actuó esta tarde tal vez se lo confirmaba un poco. Se sentía un idiota por no haberlo sabía antes, seguramente su amigo estuvo sufriendo mucho y el no lo había notado. Además el siempre hablaba con el sobre su amor hacia Yuno, el lo había estado destruyendo y era tan tonto para no darse cuenta de aquello. Estaba decidido a hablar con su amigo sin importar lo que pasará. Por ahora disfrutaría de este hermoso momento que tenía con su azabache.
—Hablaré con el mañana, aún no puedo creer que yo fuera el único que no lo supiera— dijo, más bien susurro.
—No es tu culpa Asta— dijo Yuno dejando un pequeño beso en sus labios—. Tendrás tiempo pasar pensar en ello.
—Tienes razón, por ahora, ¡Veamos unas películas! — dijo feliz arrastrando a su novio hasta la comoda sala.
Yuno parecía estar tranquilo, pero realmente estaba intranquilo, no sabría que pasaría o como se lo tomaría el Vermillion. Pero al tener a Asta a su lado, viendo cómo sonríe con ese brillo mientras su cabeza está apoyada en su hombro, valía todo. Ahora que había podido dejar salir esos sentimientos, nada malo podría pasar.
~♡~
Se encontraban frente a la cafetería donde trabajaba Asta, le había pedido a Yami que cerrará la cafetería y que juntara a sus amigos más cercanos, sabía como pagarle después ese favor a su capitán, trabajando duro y sin cobrar por al menos dos o tres semanas. Prácticamente estaban todos sus amigos, tanto los de Yuno, que prácticamente eran Mimosa, Klaus y Bell, como los de Asta, que eran sus compañeros de trabajo y Leopold, y obviamente su jefe.
Ambos jóvenes entraron en la cafetería tomados de la mano, al cruzar la puerta las separaron. El primero que debería hablar era Yuno, ya que el fue el que sugirió la idea, ya que Asta tenía un poco de miedo de dar semejante noticia y que se enojarán con ellos, pese a eso no tenían pensando separarse por nada en el mundo.
— ¿Y bien mocosos, qué es tan importante como para cerrar mi cafetería por la tarde? — dijo Yami con su típico tono.
—Bueno, lo que le queríamos informar era, que después de mucho tiempo... Nosotros dos...— Yuno lucía muy nervioso cosa que era muy inusual en él—. ¡Nosotros dos estamos saliendo!
Hubo un silencio entre los presentes, normalmente Yuno y Asta esperaban una reacción diferente a lo que tuvieron. Pues todos empezaron a reír y a decir cosas como "Ya era ahora" o que se harían viejos hasta que eso pasará. Lo que les dieron a entender que todos ya sabían lo que sentían el uno por el otro, solo que estaban esperando a que ellos dos se dieran cuenta. A pesar de ser un proceso verdaderamente molesto y difícil, ellos mismo se dieron cuenta de sus sentimientos, por lo cual estaban todos felices por ellos, ya que no debieron intervenir demasiado. Mereoleona se acercó con una sonrisa enorme hacia ellos dos y les dio un golpe en la cabeza, de esa forma ella demostraba su felicidad.
— ¡Era hora mocosos! Todos sabíamos de ustedes, menos ustedes— se rió por unos segundos de ellos—. ¡Oe! ¡Yami! ¡Me tienes que pagar la apuesta!
—No— dijo serio mientras expulsaba el aire de su cigarrillo para ver a los dos—. En todo cosa, todo este proceso fue un verdadero asco. ¡Pero ya ven! Ahora están juntos y eso importa. Mocoso, más te vale que cuides a este enano. Si le tocas un pelo, todos aquí te patearemos el trasero. ¿Quedó claro?
—No esperaba menos de usted, Yami-san. Pero qué te quede claro Yuno, nosotros cuidamos y protegemos a Asta. ¡Somos una familia! ¡Hazlo llora o algo, y te las verás con nosotros!
Yuno simplemente asintió y sonrió mirando a su ahora novio, estaba feliz de saber que tenía amigos que lo cuidaban como si fueran una familia, claramente Asta podría ser el menor. Yuno no lo lastimaría por nada en el mundo, porque en el había encontrado todo el amor, cariño y felicidad del mundo. No tenía intenciones de herirlo, jamás en su vida, pensaría en hacer algo como eso.
En toda la tarde se la pasaron hablando y riendo, los mayores bebían demasiado alcohol mientras que los más pequeños solamente bebían refrescos o algunas malteadas. Soltaba algunos que otros grititos felicidad cuando Yuno se acercaba a abrazar a Asta, o cuando esté decía lo lindo y tierno que sea veía. Todos sabían que hacían una linda pareja, y les daba felicidad saber qué ahora estaban juntos compartiendo esa felicidad sin fin. Puede que el que más difícil la allá pasado fuera Leopold, pero estaba ahí con ellos sonriendo y riendo mientras decían una que otra cosa.
Las cosas habían terminado prácticamente bien, y lo que les depararía el futuro serian cosas divertidas y algunas complicaciones, tanto Yuno como Asta lo sabían, pero estaban seguros de que todo estaba bien, porque juntos podría superar cualquier cosa.
—Realmente te amo, ¿Lo sabías? — dijo sonriendo con amabilidad Asta.
—Realmente yo también te amo— dijo con una pequeña sonrisa para darle un pequeño beso en los labios.
Ambos se miraron y sonrieron. Todo estaba bien ahora, porque estaban juntos sin nada que temer.... Una vez más, ambos podía sentir esa tranquila sensación de amar y ser amado por la otra persona...
FIN
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Solo Ámame A Mi
Fiksi PenggemarYuno jamás pensó sentir aquello por ese enano músculo y gritón. Pero cuando descubrió lo que realmente sentía, comenzó a ser más cariñoso, protector y celoso con Asta. Asta pensaba que todo el cariño de Yuno era por ser familia, ya que consideraba...