Hola de nuevo n.n aquí les tengo el segundo capítulo (que en realidad es el primero, el otro era prólogo. lol.) de este fanfic.
Mmm... Y bueno, eso es todo c:
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Dos días antes de la llamada a la casa Asahina.
— ¡Pero papá!, ¡Estoy bien aquí sola!—protestó, golpeando con fuerza su mano contra la mesita de la sala. Su ceño siempre fruncido hacia inescrutable su estado de ánimo, pero su padre, Rintaro Hinata, estaba seguro de que se encontraba enojada, no, más que eso, furibunda.
No hace más de cinco minutos acababa de darle la gran noticia de que estaba a punto de casarse con la famosa Miwa Asahina y, que sin decirle, hacía cinco meses que estaba comprometido. En cuanto Asuka se recobró de la primera ''sorpresa'', su padre soltó otra peor. Miwa tenía hijos, muchos, no le dijo cuántos, pero quería que ella viviera con ellos. En la misma casa. Juntos.
—Asuka, por favor. Entiende que aún eres joven como para vivir por tu cuenta, es mejor que estés con los hijos de Miwa, son buenas personas. —insistió Rintaro, mientras intentaba apaciguar a su hija. Ésta comenzó a dar vueltas por la pieza, rodeando los muebles y agarrándose la cabeza de forma desesperada. Demasiada información para un sólo día.
— ¡No quiero!, Nunca me dijiste que te casarías de nuevo. —musitó afligida.
Si bien no tenían entre ellos una relación muy estrecha, el que no le hubiese contado algo tan significativo como lo era casarse, había lastimado a Asuka muy en el fondo. Pero, como la mayoría de las chicas como ella, lo ocultaban enojándose o haciendo una máscara de apatía.
—Te lo digo ahora, ya no quiero más réplicas. Es por tu bien. —expresó.
—No es cierto. —le contradijo con un mohín. —Quieres que esté allá sólo porque... porque... porque... ¡Deja que se me ocurra algo y verás!
—Hija, por favor. —instó ya cansado, se masajeó la sien y esperó que ambos se mirasen a los ojos para poder transmitir sus palabras. Asuka se detuvo y quedó frente a él. —Mira, si no te dije antes que me casaba, fue porque no sabía cómo expresarlo. Sé que está mal que lo diga a semanas de la boda, pero lo hecho está hecho. Quiero que vivas en un lugar donde puedas estar en familia, quiero que estés a salvo.
—Pero todos son hombres, ¿Cómo se te ocurre llevar a tu única hija a vivir con quién sabe cuántas personas del sexo masculino, algunos con las hormonas revolucionadas, que probablemente ataquen cuando esté desprevenida? Es muy irresponsable. —rezongó, cruzándose de brazos.
—Hija, estoy seguro de que sabrás defenderte si ese es el caso. —contestó sonriendo, su pequeña Asuka era de lo más valerosa si a ese tipo de escenarios se trataba. —Conozco a sus hijos y sé que no son capaces de lastimarte o forzarte. ¡Mira el lado positivo! Puedes elegir un novio.
—Estás loco, papá. Ya me cansé de discutir esto. —gruñó.
—Entonces acepta.
— ¡No puedo!, ¿Por qué no entiendes que no puedo dejar el lugar donde he vivido durante los dieciséis años de mi vida? Es difícil. —dijo. No sabía en qué momento se había sentado o en qué momento sus ojos comenzaron a escocer. Sólo que no quería marcharse. — Siempre viajas o estas divirtiéndote, no sabes las veces que enfermé o las veces que intenté cocinar por mí misma en esta casa. Este lugar es importante para mí y no voy a abandonarlo por un capricho tuyo.
—Asuka...—murmuró preocupado, quiso aproximar su mano a los cabellos castaños de su hija, levantar su rostro y abrazarla a modo de compresión pero, algo lo frenaba. Algo dentro de él que se culpaba a sí mismo por no haber sido buen padre. —Amo a Miwa, no es un capricho.
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La historia de Asuka Hinata
Fiksi Penggemar⚠HISTORIA PAUSADA HASTA NUEVO AVISO ⚠ Cuando Rintaro Hinata decide volver a casarse, sin siquiera decirle una palabra a su única hija, Asuka se propone una sola cosa: Ser independiente. Vivir lejos del caos que es estar rodeada de doce hombres (y un...