Ella llovía incesante, mientras su mirada se perdía en su mundo. Él se veía reflejado en esos cristales frágiles, tan infinitos como la distancia que le impedía presenciar el universo, cuando estaba lejos. Y es que esas gotas tibias y sinceras hacían del suelo una superficie más, con la esperanza de volver a flotar en la ilusión hecha realidad.
Como un grito al silencio
Aarón Farías
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Como un grito al silencio
PoetryMis noches eran desvelo y llanto. Sin pensarlo, me perdí en la poesía, en una poesía muy mía, que se alimentaba de mis recuerdos y de la necesidad de volver a respirar. Entre lágrimas escribía lo que recordaba, en metáfora. La tristeza me invadía; y...