Patience.-[ Geraskier]

Dalias.

Yennefer intentaba entrar en razón a Geralt siendo completa mente ignorada por este, por más que trataba de entablar una conversación con el brujo simplemente era imposible; no la miraba, no le respondía como si no estuviese ahí. ¿Cómo es que Jaskier lograba hacer hablar a Geralt? En estos momentos Yennefer miraba los dientes de león en el suelo suplicando por un consejo de Jaskier.
Geralt se encontraba asentando un campamento en silencio sintiendo como todo su interior temblaba de rabia y dolor.

—¿Iras a buscar a la niña? —pregunto fastidiada Yennefer sentándose en una roca junto al fuego.

Geralt de nuevo la ignoro dirigiéndose a Sardinilla para acicalarla.

—Geralt, la niña sufrirá el mismo destino que Jaskier si no la encontramos—indico Yennefer.

—¿Nosotros? —respondió Geralt de mala gana.

—Si, nosotros Geralt—respondió Yen con el ceño fruncido—. No puedo permitir que te sigas equivocando.

Geralt la miro con enojo, pero esta vez fue Yennefer quien lo ignoro.

—Tu castigo comenzó Geralt, Jaskier murió, pero la niña no. Ella aun no lo hace—dijo Yennefer—. Aun tiene una vida por vivir.

Geralt suspiro y miro a la maga.

—La encontraremos y tu cuidaras a esa niña, le darás la vida que se merece. Por ella, por Jaskier.

Y así fue, con ayuda de Yennefer Geralt viajo por todas partes en busca de la niña sintiendo como el tiempo los presionaba, ¿Cuánto tiempo tenia para que le arrebataran a la niña? Por muchos años Geralt se jacto de marchar bajo su propio ritmo y reglas, pero ahora solo era un esclavo del destino. En una carrera contra el tiempo.
Yennefer fruncía el ceño cada vez que no podía encontrar a la niña con magia, ¿Dónde se podría haber metido una niña de nueve años? Uso cada uno de sus contactos disponibles, pero nada llegaba y para desmoralizarlos aun mas todos los rumores eran sobre la muerte de la princesa de cintra.

Yennefer se debatía sobre contarle o no de los rumores a Geralt; desde la muerte de Jaskier el brujo jamás volvió a ser el mismo. Era mucho peor que antes, bebida hasta morir en cada posada donde pasaban la noche, se peleaba con los otros campesinos a la menor provocación, destrozaba los cuerpos de los monstruos que cazaba hasta dejarlos aún más irreconocibles de lo que ya eran.
Mientras se debatía internamente, Yennefer preparaba el campamento, tarea que termino en un santiamén gracias a su magia.
La maga miraba el cielo contemplando las estrellas.

—Jaskier... ya no se que hacer con Geralt—susurro Yennefer.

En ese momento Geralt llegaba al campamento después de haber desquitado toda su frustración matando a unos cuantos ahogados. Como siempre pensaba ignorar a Yennefer cuando la escucho hablarle a Jaskier.

—No se como lograbas sacar la mejor versión de él, pero no soy tu Jaskier, no puedo hacerlo. No puedo encontrar a la niña y no quiero que acabe como tu... pagando el precio por alguien más. Si puedes escucharme, dame una señal, lo que sea está bien... solo ayúdame a salvar a la niña.

Geralt miro el cielo en busca de una respuesta, pero nada ocurrió.
Cerro sus ojos dolido sintiendo un gran dolor en su pecho cuando decidió ir hacia Yennefer.

Cuando la maga vio llegar a Geralt suspiro cansada.

—¿Qué tal esos ahogados? —pregunto Yennefer.

Geralt se sentó frente a ella frunciendo el ceño.

—Bien.

Yennefer lo miro asombrada de que por fin había respondido.