everytime we touch / wenrene

02

"¿te gusta?"

"¿ti-tienes algún problema con eso?"

"para nada, eres mi mejor amiga te apoyaré en todo. Así que te gusta Irene unnie..." una sonrisa juguetona se asomó en sus labios, mientras que el rostro de la joven de cabello oscuro se tornaba de un ligero tono rosado. "Te pusiste roja, Wannie"

"¡Ca-calla!"

Una carcajada salió de los labios de la más alta mientras que la menor le daba un ligero golpe en el brazo con la pena marcada en su rostro. Desde lejos la líder de las cinco chicas sonreía viendo como ellas se divertían aún con la agenda llena y poco tiempo para estar a solas, Irene suspiró largamente mientras le daba un sorbo a su bebida caliente mientras enfocaba la mirada en la canadiense y no pudo evitar notar que desde hace días se veía más linda que nunca.

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Seungwan sintió como la sangre se le iba del cuerpo cuando la sonrisa de Bae Irene se dibujó en su rostro como si fuera la del gato de Cheshire de Alicia en el país de las Maravillas, una sonrisa que tenía mucho tiempo que había olvidado para su propio bien y que aunque en sus sueños aun las podía recrear no estaba preparada para verla en vivo y en directo. Su mente se quedó en pánico y una fría capa de sudor adornó su cuerpo ¿qué demonios hacía ella ahí con su perfecta sonrisa, su perfecta mirada y su perfecto cuerpo? Además de sonreírle como si nada hubiera pasado.

Alterada se alejó de la pista de baile dejando a su mejor amiga con un extraño que en esos momentos no le importaba, murmurando un corto 'ya vuelvo'. Se quería alejar de ese lugar lo más rápido posible pero parecía que en ese momento su sistema simpático no estaba coordinando como era puesto que sus pasos la llevaron justo al frente de las mujeres de sus interminables noches.

"Creo que sería bueno que habláramos en un lugar un poco más silencioso ¿no les parece?" Seulgi tomó la iniciativa mientras le daba un muy buen trago a su cerveza, podía ser una de las modelos más deseadas porque parecía no envejecer pero esa noche sintió que los años se le venían encima.

"Tengo una zona VIP reservada a mi nombre, podemos ir y conversar allá, nadie nos interrumpirá." por su parte la rubia trataba de ver a diferentes lados, los nervios la estaban traicionando y sabía que iba a cometer una estupidez en cualquier momento.

"Usted diga el camino CEO Son."

Maldita sea, Irene estaba usando esa formalidad que tanto la excitaba.

Caminaron en silencio hasta el pequeño cubículo donde con solo mostrar una tarjeta a uno de los hombres de seguridad las dejaron pasar. Seulgi pudo escuchar por parte de la rubia hacia la inmensa figura masculina 'solo la señorita Jung puede entrar, toque usted cinco veces si las cosas se salen de control, ya sabemos cómo se comporta', y no pudo evitar que se le dibujara un sonrisa. Todavía seguía siendo la misma Wendy de veinte años que se preocupaba por cualquier cosa.

El cubículo de la zona VIP tenía paredes anti sonidos para que no se escuchara el bullicio de la pista de baile o de la barra de bebidas. Las tres mujeres se sentaron en los pufs alrededor de una mesa y dos miradas se clavaron en la rubia que se sintió como rata acorralada sin saber a dónde huir. "Solo a mí me pasa esto, estúpidos impulsos."

"El rubio te queda muy bien."

"El negro siempre te ha lucido." no comentaron más nada, y el silencio cada vez se hacía más incómodo entre ellas. Las dos mayores tomaron otra cerveza de una cava proporcionada por el lugar para esa zona, mientras que la menor sacaba un cigarro de su bolsillo y se levantaba para encenderlo cerca de una ventanilla, aunque el sitio estaba acondicionado para poder fumar en cualquier lado "Pensé que habías dejado de fumar."