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"Red Velvet en 10."

El staff del Dream Concert de ese año avisó. Joy mantenía su característica cara de póker mientras sus dedos tamborileaban constantemente en su muslo, clara muestra de que estaba nerviosa, sin embargo, no despegaba la mirada de las tres mayores que hablaban entre ellas y reían de cualquier trivialidad para calmar los nervios… sus calculadores ojos miraban más allá de lo que aparentaban ante cualquier movimiento que la que le seguía en estatura hiciera, algo le decía que las cosas no estaban bien.

A su lado, Yeri también la miraba.

"¿Estás pensando lo mismo que yo? "

"¿Qué quieres pollo frito?"

"Aparte de eso. ¿No te parece extraña la actitud de Seulgi-unnie? "

"Ahora que lo pienso… ha estado dibujando más seguido y con la mirada triste. Cuando le pregunto si está bien simplemente me sonríe y dice “aw linda maknae”. Sabes que no dirá nada si la presionamos ¿no?"

"Ninguna dice nada cuando nos presionan, a menos que molesten al máximo. "

"¿Hablaras con ella en privado?"

"Si, ahora hay que enfocarnos en la presentación."

Las cinco subieron al escenario, con el corazón en la garganta por los nervios que recorrían sus cuerpos, sin embargo… todas amaban y agradecían poder estar ahí esa noche como un grupo completo.

I love the way…

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Momentos como esos le recordaban por qué no tenía días libres durante las semanas a menos que estuviera realmente enferma. Ese día había empezado de lo peor y tenía pinta de que no iba a mejorar.

Primero las sabanas se le pegaron al cuerpo, despertándose hora y media de lo que acostumbraba a levantarse, había vuelto a quedarse sin café y sin harina para hacerse unos panquecas, por lo que estaba sin un desayuno decente y cuando llego a la empresa –tarde cabe destacar- una torre de papeles  amontonados en su escritorio le dieron la bienvenida, ganas de arrancarse los cabellos no le faltaron.

Suspirando largamente se dejó caer en su silla giratoria pensando cómo iba a empezar a leer esos malditos papeles que seguramente eran contratos, reclamos y demás insignificantes.

"Somi, por favor, tráeme un café bien cargado y un buen desayuno" habló por el intercomunicador, mientras se masajeaba la frente… lo que le faltaba: migraña.  "Y dos pastillas para el dolor de cabeza, por favor."

"En seguida, señorita Son."

"Gracias. Y por favor, hoy no estoy para nadie a menos que sea una emergencia."

"Entendido."

Renovaciones de contratos.
Contratos nuevos.
Peticiones para presentaciones.
Donaciones.
Presupuestos.

Entre otros documentos que solo necesitaban su firma sin tener que leerlos tan profundamente. Los miró con rabia, maldiciéndolos, deseando que se esfumaran con un tronar de dedos y ella pudiera volver a su departamento a descansar como se debe.
Ni siquiera había ido bien vestida ese día, por lo que rogaba a todos los dioses que no saliera una reunión de emergencia: unos jeans gastados, una camisa blanca de las que le quedaban inmensas y unos converse, además de que su cabello estaba hecho un desastre y su maquillaje era casi inexistente.

Cuando Somi entró con una bandeja de sándwich, su café negro sin azúcar y las dos pastillas, sintió que estaba en el cielo. Detrás de ella, Jessica Jung e Im Nayeon entraron a la oficina.

everytime we touch / wenreneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora