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"¡Yah! ¡Wen! ¡Abre la maldita puerta!"

Golpes fuertes y desesperados en la puerta de su departamento la despertaron de su tan profundo sueño sintiendo de inmediato cómo se extendía desde el temporal hasta abarcar todo su craneo el dolor de cabeza, frunció el ceño maldiciendo por lo bajo y deseando que ese golpeteo parara de una buena vez. No obstante, sus suplicas fueron en vano porque todavía seguía escuchando los golpes que no hacían otra que producir ecos en su pequeño hogar y por consiguiente que el dolor fuera menos soportable.

"¡Ya voy! ¡Ya voy!"

Buscó entre el montón de papeles arrugados sobre la mesa su juego de llaves, preguntándose en que momento habían llegado hasta allá si siempre trabajaba en un lugar 'limpio' (ignorando la botella de ron, la caja de cigarros y el encendedor). Una vez que las tuvo y borrando esa incertidumbre de su mente se aproximó a la puerta donde se consiguió con una mirada fría.

Internamente contó hasta 3.

2...

...1

"Apestas."

"¿Podrías dejar de hacer tanto ruido unnie? Es muy temprano como para que estes usando tu grito de delfín arriesgándote a que un fan te reconozca."

"No me importa. Anda a bañarte mientras yo recojo esto ¿Qué pensarían de ti tus amigas si ven como su mejor amiga está actuando como una cobarde? No me mires así, estúpida. Metete en la ducha, tu y yo tendremos una muy larga conversación."

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No era muy amiga del vodka. Mucho menos del puro. No obstante, esa noche necesitaba de algo distinto. Colocó música que estuvo de moda en su adolescencia, descubriendo que todavía se las sabía al pie de la letra (con coreografía incluida) mientras el cielo inglés nocturno era iluminado por las luces de sus transitadas calles. Seulgi suspiró mientras llevaba a su boca un pedazo de sándwich que tenía más de media hora preparado; su apetito era prácticamente nulo y solo eso pasaba cuando estaba malditamente estresada y mucho mas cuando la causa de su estrés tenía nombre, apellido y cabello colorado.

Había dejado de ser idiota mucho tiempo atrás, pero hasta alguien despistado podía darse cuenta que Wendy estaba confundida respecto a sus sentimientos por ella y por Irene. Quizás era porque su forma de ser no había variado en absoluto durante todo este tiempo o porque Irene todavía hacía desastres en ella.

Un primer amor no desaparecía así como así. Lo sabía por experiencia.

Y ella lo entendía porque ahí se encontraba mirando el horizonte pensando en alguien que quizás no pensaba en ella con tanta fuerza como ella lo hacía para con esa persona.

" Estoy demasiado enamorada en esta vida de alguien que yo sé no vale la pena..."

Dijo en un suspiro mientras volvia a llevar el vaso de vodka a sus labios y se perdia en lo oscuro del firmamento.

La noche pintaba a ser larga.

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Nayeon dejó escapar un largo y sonoro suspiro ante la mirada expectante de la canadiense; eran muchas las veces en las cuales no entendía muy bien el pensar de la mayor. Sin embargo, era su amiga y aunque eran mas seguidas las veces que la queria matar no le quedaba de otra que estar ahí para ella.

"¿desde cuando te gusta Seulgi?"

"... No sabria decirte..."

"Pero ¿te gusta-gusta? ¿O... Es solo atracción fisica?"

everytime we touch / wenreneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora