ʚ Cuaderno rosa ɞ

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SeokJin y el resto del equipo estaban calentando a un costado del campo de juego. El día era perfecto, el sol brillaba y no había ni una sola nube en el cielo, pero para Jimin nada se comparaba con la vista que tenia desde donde estaba parado, a unos metros de los demás alfas.

Ahí estaba Jungkook, en la práctica de los animadores, luciendo pecaminoso. La ajustada y pequeña falda con los colores del equipo no dejaba absolutamente nada a la imaginación y el pelinegro podría jurar que cada vez que saltaba o levantaba una pierna, se escuchaban suspiros de alfas.

Mío.

Gruño su alfa. Amaba ver al pequeño omega con su uniforme de animador pero no soportaba las otras miradas de los alfas. Lo cual era ilógico porque solo eran miradas, pero su alfa no era lógico cerca de Jungkook, eso ya lo sabía.

Escucho que el entrenador Lee lo llamaba y se acerco al círculo de alfas que se había formado para escuchar la charla.

— Buenos días, señoritas. Espero hayan dormido bien con sus alfas, porque hoy van a trabajar como nunca en su puta vida lo han hecho, y espero no escuchar ni una sola queja porque hace mucho que no follo con mi omega y al primero que chille le daré mi nudo... ¡¿Escucharon niñitas de mamá?!

Se escucharon risas disimuladas en todo el grupo y luego el grito de "¡Si entrenador!". Jimin sonrió divertido, el entrenador tenia un gran sentido del humor y todos sabían que le encantaba bromear con su equipo.

— Jimin, ven aquí un momento — llamó el alfa mayor, antes de que pudiera empezar con el entrenamiento.

— ¿Si, entrenador?.

— Hijo... tu sabes que estamos a semanas del gran juego... — empezó hablando Lee y el pelinegro ya sabía lo que se venia.

— ... Yo valoró a todos por igual en este equipo, pero no soy ciego Jimin, se que eres el mejor jugador aquí y tu también lo sabes.

— Entrenador...

— No, déjame terminar. Voy a ser directo, quiero que seas el mariscal de campo en la gran final.

No era la primera vez que se lo decía, pero Jimin simplemente no podía aceptar. ¿Por que? No tenia ni el tiempo ni los recursos.

Si se convertía en mariscal, tenia que asistir a todas las prácticas y no podía saltarse ninguna, cosa que habitualmente hacia. Y él tenia una buena razón para eso; su familia lo necesitaba.

Tenia que trabajar y tenia que cuidar a Boram.

Jugar para los grandes era su sueño, pero la realidad era difícil y algunas cosas llegaban a ser inalcanzables para la gente como él.

— Entrenador... sabe que no puedo hacerlo — comenzó apenado Jimin, mientras se rascaba la nunca incómodamente — No puedo faltar al trabajo y mi familia...

— Lo se, alfa — lo cortó el mas viejo — Conozco tu situación económica, hijo, y no tienes nada de que avergonzarte. Piénsalo y si aceptas te ayudare a encontrar una forma de que funcione.

— Gracias, entrenador.

El alfa mas viejo le regalo una sonrisa amable y troto hacia el resto del equipo, gritándole cosas y riéndose cuando algunos se asustaron.

Jimin en serio apreciaba al entrenador Lee, casi podía decir que era como el padre que nunca tuvo.

Y él deseaba poder ser mariscal, lo anhelaba desde hace tiempo. Observo al actual mariscal de campo y su alfa gruño molesto. Hoseok estaba practicando sus pases con Taeil y ,de vez en cuando, se giraba a ver a Jungkook, para luego decir algo obsceno para el grupo de alfas.

ㅤㅤ❛ ♡ 𝗟𝗔 𝗩𝗜𝗗𝗔 𝗥𝗢𝗦𝗔 ❜JIKOOK!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora