Capítulo 4

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Santa Mónica, California, 8:30 PM

La misma chica de siempre, en el mismo lugar de siempre, con los mismos ritmos melódicos de fondo de siempre, esperando a la misma chica misteriosa de siempre.

Creo que está de más decir que esperaba con ansias la llegada de la chica, esta vez, por más que hiciera con su cuerpo lo que quisiera, no se despegaría de su objetivo, conseguir su número de contacto. El oleaje hacía el mismo ruido blanco de siempre, pero esta vez, las olas estaban un poco más fuertes, haciendo que los pies de Sadie se encontraran húmedos.

Sink sintió una ligera brisa de aire de su lado derecho, esta brisa de aire ocasionó que el cabello pelirrojo de Sadie se moviera, haciendo también que la misma volteara a su lado derecho, donde se encontraba la chica que tanto esperaba.

-Sigues viniendo. -Dijo mientras se sentaba al lado de Sadie.

-No puedo dejar de venir, eres demasiado misteriosa como para no querer desccubirte. -Habló con una sonrisa, embobada con la castaña, quien rió.

-¿Misteriosa? -Preguntó con el entrecejo fruncido. 

-Demasiado. -Respondió inclinando la cabeza, Millie sonrió aún más. Después de algunos segundos quedándose enbobada con los ojos miel de la chica, habló. -Dame tu número. -Sonrió

-Abajo no tenemos número. -Dijo guiñando el ojo, Sink se confundió

-¿Abajo? ¿Hablas de tu apartamento o algo así? -Preguntó con el ceño fruncido, haciendo que Millie se echara a reír. -¿Dije algo gracioso? -Preguntó con una sonrisa mientras veía a su acompañante reír a gran manera.

-Tú eres graciosa. -Recobró la compostura. -Y tierna. -Agregó inclinando su cabeza hacia Sadie, ocasionando un leve rubor en la pelirroja.

-Detente. -Pidió cubriendo su rostro con sus manos pecosas para ocultar su ronrojo mientras sonreía.

-¡Hey! ¡Tú detente! -Apartó las manos de la pelirroja. -Te ves bonita cuando sonríes, no te cubras. -Pidió con un puchero, haciendo que Sink sonriera más.

-¿Estás coqueteando conmigo? -Interrogó

-Desde la primera vez que hablamos, pero gracias por notarlo hasta ahora. -Encogió los hombros y Sadie sonrió 

Se quedaron algunos minutos observandose una a la otra, contemplando su belleza, Millie se encontraba en aquellos bonitos ojos mar, mientras tanto, Sink se encontraba perdida en los de ella, en sus bonitos ojos miel. 

Pero el momento de obsesión les duró poco, ya que una bastante grande ola hizo que el cuerpo de Sink se moviera un poco , haciendo entender que tenían que moverse de ahí.

-Será mejor quer nos vayamos a otro lugar. -Dijo la castaña tomando la mano de Sink. 

-De acuerdo. -Se levantó rápidamente, para luego seguir a la castaña

-Conozco un lugar cerca de aquí, venden una piña colada deliciosa. -Explicó totalmente maravillada haciendo ademanes con su mano derecha, ya que la izquierda se encargaba de llevar a la pelirroja con ella.

Se encontraban caminando por la playa mientras platicaban acerca de qué bebida alcohólica preferían, debatiendo entre una deliciosa piña colada o una exquisita margarita, a Sink le gustaba más la embriagante margarita, mientras que Millie disfrutaba del maravilloso sabor de la bebida de piña.

Aún con sus pies llenos de arena, lograron llegar a aquél lugar donde servían deliciosas bebidas con algo de alcohol, era un local algo pequeño cerca de la playa y no había mucha gente, así que se sentaron en algunos bancos cerca del bartender y se apresuraron a pedir las bebidas.

Arena ; SillieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora