Second First Love | kth

5.

Capítulo 5
다섯 번째 장

Tosiendo y estornudando, Sora entró a mi habitación. Había cogido un resfriado el fin de semana que la tenía hecha un desastre. Su cabello estaba desordenado y sus ojeras parecían llegar al suelo. Era algo extraño, ya que usualmente Sora estaba impecable, como una modelo sacada de revista.

Sora se tiró sobre mi cama, mirándome mientras me peinaba frente al espejo.

— Seyeon, vas a tener que buscar a alguien que te lleve hoy, de verdad que no puedo.— dijo e inmediatamente comenzó a toser.

Me giré, viendo como abrazaba mis almohadas y se arropaba con mis sábanas.

— Estás esparciendo tus gérmenes en mi cama. — la señalé con mi cepillo.— ¿Y no me puedo llevar el auto?

—Lo haría pero voy a ir al médico ya mismo, así que... vas a tener que buscarte a alguien más.

Y así fue como terminé de pie en la calle mirando la moto de Taehyung y debatiéndome en si debería tocar a su puerta y pedirle el favor o caminar hasta la estación del bus. Miré la hora en mi celular, donde el reloj marcaba que tan sólo faltaban unos quince minutos para que mi clase comenzara. Iba a llegar tarde, eso lo tenía seguro.

Antes de que pudiera decidirme, el portón de la casa de al frente se abrió.

— Hey, Seyeon.— Taehyung me saludó, sonriendo tan pronto sus ojos se posaron en mi.— ¿Estás tarde otra vez?

Sentí que mi corazón se iba a salir de mi pecho, mitad por lo bien que se veía en esa camisa negra de botones y la otra por el favor que le tenía que pedir.

— Um, sí. Algo así.— miré al suelo un momento.— Sora está enferma y no me puede llevar así que quería preguntarte si... ¿Puedes llevarme? Digo, sí no te molesta, no quiero ser... ya sabes. Puedo tomar el bus, no hay nada de malo, pero-

—Seyeon, está bien.— Taehyung me detuvo riendo.— Ven, te llevo.

Lo miré, un poco sorprendida.— ¿En serio?

— ¿O quieres tomar el bus y llegar tarde?— levantó una ceja.

— Mmm, no. En realidad no.

Crucé la calle. Taehyung me ayudó a ponerme el casco y cuando me monte, puse mis brazos alrededor de su cintura, sosteniéndolo fuerte.

— ¿Tenías miedo de preguntarme?— Taehyung preguntó cuando se detuvo en la esquina de la calle, esperando que los demás carros pasaran.

— Algo así. — admití. — No quería parecer rara. 

Sentí el cuerpo de Taehyung moverse por su risa. Se volteó a verme un momento.

— ¿Rara por qué? Tampoco es que te iba a decir que no. — me dijo.— Me puedes pedir lo que sea, Seyeon.

El tráfico era más difícil esta mañana. Los carros apenas se movían y el coro de bocinas a cada segundo era ensordecedor. Taehyung manejaba con habilidad entre los autos y cuando se detenía, se giraba a hablar conmigo. En unos pocos minutos, llegamos al estacionamiento de la universidad.

Taehyung me ayudó a bajarme y guardó los cascos en el compartimiento de su moto. Miré a mi alrededor, notando las miradas de las personas que pasaban por nuestro lado. Un grupo de chicas— para nada disimuladas— cuchicheaban entre ellas mientras nos veían. Intenté lo más posible en ignorarlas, enfocándome en lo que Taehyung me decía, pero fue en vano cuando una de ellas se acercó.

— Hola, Taehyung.— la chica de cabello corto lo saludó moviendo su mano exageradamente y sonriendo, interrumpiendo nuestra conversación.

Taehyung dejó de hablar y dirigió su mirada a ella.— Hyejin, hola.