Parte 3

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–¿Qué tienes pensado hacer hoy corazón?– Harry voltea a verme mientras toma mi mano.
–Pasar apuntes de la clase que ya no entré– digo avergonzado.
Harry de caminar y se pone frente a mi haciendo que yo también pare, me sonríe y se acerca.
–Tendré que pagarle a Sandra la apuesta– dice y me deja confundido.
–¿Cómo? ¿Qué apuesta?
–Apostamos que no ibas a recordar que día es hoy, bueno, ella apostó, yo pensé que si lo harías, pero creo que ella te conoce mejor.
–Hazz, no estoy entendiendo nada, explícate–dije ladeando mi cabeza. Eso hizo que algunos de mis cabellos cayeran de lado y uno que otro entrara a mis ojos.
–Hoy es 23 de febrero Lou.– dice Harry mientras quita mi cabello de mis ojos– hoy cumplimos 5 meses juntos– lame su labio y me da una mirada.

Mierda.
Mierda, mierda, lo olvidé. Claro que lo había hecho, bueno, no la celebración, pero estaba tan ensimismado con mi coreografía que olvidé que día era hoy.

–Yo n-no lo olvidé, tengo tu regalo en mi casa, si quieres saliendo de clase, hmm podrías venir a recogerlo– digo torpemente y ruborizado.
–¿Y también el regalo?– dice con una sonrisa de lado y guiñando su ojo verde.
Siento el calor subir por mis mejillas, por todo el cuerpo, suelto el aire y asiento con la cabeza.
–Si quieres, yo también podría ser tu regalo Hazz– digo en voz baja, muerdo un poco mi labio y sus manos toman mis mejillas.
Sus labios impactan con los míos de una forma lenta, erotica, mueve con delicadeza y a la vez con necesidad, muerde mi labio y suelto un gemidito, eso le da paso a su lengua. Ahora el beso es un poco torpe y yo me siento tan ligero que siento que en algún momento caeré.

Se despega de mi con la respiración agitada, observo sus labios rojos, no quiero imaginar cómo estarán los míos.
–Entonces, te veo en un rato precioso– me da un pico y se echa a andar– ¡Usa esa falsa que tanto me gusta!- grita en medio del pasillo sin voltearse.
Me ruborizo y volteo a todos lados esperando que nadie haya escuchado. Regreso la mirada por donde se fue  y veo que desapareció.
Agarro mi teléfono y marco, debo estar preparado.
–Yo aquí, ¿quién allá?– dice
–¿Lottie? Necesito que no estés en toda la tarde y parte de la noche en el apartamento. – digo nervioso.
–ríe– Tienes suerte, vine a visitar a mamá, me quedaré hasta mañana, suerte a tu trasero.
Antes de que pueda responder, ella cuelga.
–Tonta– les digo al teléfono aún sabiendo que nadie me escuchará.

Mi hermoso porrista |LS|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora