PROLOGO:

51 4 0
                                    

Estoy sentado con mis gafas, mi diario ético sobre mi escritorio y mi catalejo dirigido a las estrellas. Apunto en mi cuaderno cada cosa relacionada con las estrellas. Son alucinantes, son misteriosas, son hermosas.

Escucho a mi hermana Caroline golpeando la puerta.

-¡baboso, abre la puerta! -me dice tiernamente golpeando mi puerta a patadas.

Abro la puerta pero no la dejo pasar.

-¿qué quieres? -digo.

-necesito dinero.

-pídele a papá.

-sabes que no me dará -extiende su mano hacia mí.

Saco el cuarto de dinero que tenía y se lo entrego. Ella mira cada rincón de mi cuarto.

-deja tu payasadas de esa cosa para ver las estrellas...pronto cumplirás 16 y deberás madurar GUAILLAT.

-al menos sabes pronunciar mi nombre pero no sabes escribirlo.

-se escribe W, Y -cada palabra la decía más lenta que la anterior- A...

-W, Y, A, T, T.

Le cierro la puerta en su cara, vuelvo a mirar por mi ventana, veo a Elena, mi vecina, es la estrella más bella del mundo, es mi vecina.

Suponía que llegaba de una fiesta por como venía vestida. Traía una falda corta, una polera descotada rosa y nos tacones. Parecía una ramera pero igual me gustaba era la chica más popular de la clase. La vino a dejar Chris, su novio. Ella desde fuera voltea a mirarme y yo me escondo para que no me viera.

Se estaba haciendo tarde, me coloco mi pijama y me recuesto en mi cama. No hacía falta que cuando estuviera recostada, mirando mi celular se me cae sobre mi cara, fue muy doloroso.

Mi madre murió en mi parto, siempre tengo esa voz en la cabeza "tú tienes la culpa", a veces me siento mal por eso y otras veces no. el catalejo era de ella. Estaba en una caja junto con sus joyas cuales se las dejo Caroline, mañana era san Valentín y le compre una tarjeta a Elena, no tengo la personalidad de dársela de frente así que se la dejare en su casillero.

A las 3 p.m. entra mi padre a mi habitación, yo me hago el dormido. Siento que deja algo sobre mi velador a mi espalda. Espero que se vaya de la habitación para ver que era, estaba envuelto en papel azul con una cinta blanca, rompo el papel con delicadeza para no hacer nada de ruido, era un libro, se llamaba "buick 8. Un coche perverso". Se lo que estarás pensando, "como un padre le regala un libro a su hijo", amo este regalo, es lo único que puedo comentar.

Me levanto al sonar mi alarma, siempre miro por la ventana para ver cómo está el clima para saber que ponerme. Creo que lloverá. Me pongo unos jeans grises y una polera negra, me asomo por la ventana y veo a Elena yéndose con Chris.

mirando las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora