Lo nuestro no tiene nombre [MinJoon]✔︎

➪𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 𝓭𝓸𝓼

Jungkook tenía apenas dos años, y ya lo estaba preparando para conocer a sus abuelos, hacía exactamente ese tiempo en el que no pisaba la casa de sus padres, lo cual, lo ponía triste y a la vez, enojado.

¿Quién no se enojaría por eso? Además, eso significaba ver a Hoseok y Yoongi —si es que estaban ahí—, aún no estaba listo para perdonar, y no el engaño, sino, las mentiras que ambos le echaron, la traición como tal era lo que seguía martillando su mente cada vez que pensaba en ellos.

Peinaba a Jungkook con aquel cepillo de cerdas suaves, sonrió mínimo cuando observó que su cachorro ya estaba listo.

—Ya estás listo cariño —dijo Namjoon.

El pequeño sonrió mostrando sus dientitos, Namjoon hizo una mueca. Esa sonrisa, era tan parecida a la de él.

Deseaba —todas las noches y con todas sus fuerzas— que Jungkook fuera realmente hijo de Jimin. Todo hubiera sido tan sencillo, pero se daba cuenta demasiado tarde.

Si Jimin sintiera lo mismo que él, claro.

—Uh… —Jungkook no formaba muchas palabras.

—¿Qué sucede? ¿Quieres ir al baño? —Jungkook negó— ¿Quieres comer? —el cachorro volvió a negar— ¿Qué sucede?

—Pa vioso… —dijo el cachorro en su media lengua.

—No estoy nervioso —Namjoon rió, precisamente con nerviosismo—. Estoy bien.

Y es que realmente no estaba bien, a parte de todo ese enojo, sentía miedo, toparse de frente con sus padres no era algo que deseaba, no quería saber que era lo que pensaban de él, pero hacer que su pequeño Jungkook creciera sin sus abuelos, tampoco era una mala persona.

—Espero que sea así —La voz del alfa interrumpió sus pensamientos—. Aún estamos a tiempo para no ir.

—Nuestro pequeño merece a sus otros abuelos —Namjoon acarició las mejillas del cachorro.

—Por cierto, mis padres esperan ver pronto a Jungkookie —dijo Jimin.

Namjoon rió feliz, se sentía muy bien que los padres de su mejor amigo quisieran al cachorro como su nieto.

—Pronto iremos, ya los extrañamos.

Ahora solamente debían ir a casa de los padres de Namjoon, tenía que ir con la mente clara de saber que iba a decir y abierto ante cualquier posibilidad.