Lo nuestro no tiene nombre [MinJoon]✔︎

➪𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸𝓒𝓲𝓷𝓬𝓸: 𝓕𝓲𝓷𝓪𝓵

Era de noche, la luna se reflejaba por medio de la ventana del coche, mientras una serie de besos era repartida por el cuello del omega, Jimin mordió ligeramente para después pasar sus manos por la cintura de Namjoon, primeramente, por encima de la ropa y después, por debajo, teniendo contacto directo con la piel del omega, Namjoon gimió en respuesta.

No esperaba que las cosas sucedieran esa misma noche, pero realmente tenía ganas y se notaba que Jimin también. 

—Quiero suponer que… iremos a la cama en este instante —dijo Namjoon hacia Jimin.

—Probablemente, si eso quieres. 

Jimin sonrió. El alfa tenía a Namjoon encima de él, en su regazo, le encantaba tenerlo ahí, era como un gusto culposo, la sensación de sentir el cuerpo de Namjoon pegado al de él, y poder inclusive, tocar esos muslos que él consideraba una perdición, era como sagrado, en todo el sentido que esa simple palabra puede expresar. 

—Te amo, ¿Lo sabes? —Preguntó Jimin con una pequeña sonrisa instalada en su rostro.

—Yo también te amo… —Namjoon lo besó, colocó sus manos en las regordetas mejillas de alfa, y las acarició levemente. 

Jimin río, disfrutando el toque en su rostro, Namjoon siempre fue tierno y delicado. 

Jimin estuvo en esa época de la preparatoria en donde el omega quiso probar estilos diferentes, el alfa nunca tuvo inconveniente al mirarlo hacer eso, estaban todos en ese tiempo en donde todos querían probar cosas distintas, y a veces, eran crueles. 

Namjoon muchas veces se sintió mal, ver que su mellizo era aceptado y él no; sin embargo, siempre contó con muy buenos amigos, que siempre estaban con él, y lo ayudaban.

Jimin salió de sus pensamientos cuando sintió los labios de Namjoon sobre los suyos, el toque tan dulce que lo hizo sonreír, admirando al ser precioso que estaba con él.

—Vamos adentro, ¿No? —Dijo el omega.

—Con mucho gusto.

Dicho esto, salieron del auto rumbo a la casa, entre besos y sin separarse, esa noche, sería un gran cambio en sus vidas, porque al fin, tendrían su primera vez.

Hoseok despertó a las nueve de la mañana, aprovechando que Yoongi iba a entrar más tarde al trabajo, pudo estirarse cómodamente, además, los niños de seguro ya estarían despiertos y tenía que hacerles de desayunar. 

Se quitó las cobijas de encima, salió de la cama, se puso sus pantuflas y caminó hasta la puerta, cuando la abrió vio a dos cachorros del otro lado mirándolo con rostros afligidos, Hoseok sonrió de medio lado, los pequeños estaban pidiendo ya comida, sus estómagos gruñían. 

—Muy bien niños, es hora de desayunar. 

Los niños sonrieron en grande, hasta que el pequeño Taehyung notó algo en su padre.